¿Dónde está el cuello de botella?
Decálogo para una red doméstica rápida y eficaz.
Se ha hablado mucho de la red doméstica o red para nuestro hogar pero, ¿sabemos realmente en qué consiste? Y lo que es más importante: ¿somos conscientes de cómo se desarrolla ese proceso que implica propiciar la comunicación e interoperabilidad entre los dispositivos digitales que tenemos en nuestra casa y sus inmediaciones? No suena nada sencillo, ¿verdad?
Nos encontramos nuevamente ante el amplio universo de la domótica, en constante evolución. Aquel donde compañías número uno en el mercado despuntan cada temporada al ofrecernos multitud de soluciones capaces de proporcionarnos calidad de vida y, a su vez, facilitarnos el entretenimiento en nuestro hogar en un marco seguro y con las mejores garantías.
Tal es el caso de AVM: “Todo para la red doméstica”. Bajo este lema y recién cumplido su primer año de actividad en España, la empresa y su familia de productos FRITZ! ponen a nuestra disposición una completa gama de productos y soluciones innovadoras para mimar todos los detalles que requiere poder disfrutar de un hogar inteligente.
Smart TV, ordenador portátil, dispositivos de reproducción multimedia, smartphones con aplicaciones de lo más variopintas… ¿Quién hubiera anticipado este escenario hace tan solo un par de décadas? Estamos ante un universo tecnológico que nos fascina, nos “atrapa” y nos acompaña en el entorno cotidiano. Y queda mucho por venir: hay expertos que afirman que en 2025 en las casas habrá 50 dispositivos conectados a Internet, frente a la media de diez que hay actualmente (según un reciente estudio de la firma inmobiliaria Uxban).
¿Conclusión? El WiFi, en sus diversos tipos y estándares, ocupa un trono cada vez más prestigioso en nuestras vidas y una casa inteligente no es concebible sin las redes. Como decíamos al principio, la verdadera importancia reside en las posibilidades de intercomunicación e interoperabilidad entre los dispositivos existentes en ella. Pero, tras esta realidad armónica donde todo suele funcionar y fluir, existen los archiconocidos cuellos de botella en la red y es importante saber cómo localizarlos.
La firma AVM y sus productos FRITZ!, como expertos indiscutibles en la materia, investigan e innovan de manera continua gracias a su liderazgo, entre otras áreas, en la fabricación de routers de última generación para la red doméstica, caracterizados por su calidad y sencillez de uso. A continuación, la compañía nos ofrece diez consejos para propiciar y disfrutar de una red doméstica rápida y eficaz, tanto para la reproducción multimedia y la televisión a la carta, como para utilizar todas las aplicaciones que nos ofrecen nuestros smartphones. De este modo evitaremos los temidos cuellos de botella y, ante todo, seremos capaces de identificarlos en caso de que se produzcan y los remediaremos con la mejor opción.
- En primer lugar, para que exista la red inalámbrica es necesario instalar un router con función WiFi, que se conecta al cable DSL receptor o a la señal LTE (4G) y la envía a aquellos dispositivos que se encuentran dentro de nuestro alcance. Todos nuestros dispositivos WiFi se inician e intercambian datos con el router de modo que, además de permitirnos prescindir de los cables, nos proporcionan movilidad con nuestros dispositivos móviles hasta donde llega el alcance de red sin perder la conexión. Los dispositivos, por añadido, establecen la conexión con la red WiFi automáticamente cuando vuelven a estar dentro de su alcance. Este dato puede parecernos muy obvio hoy, pero conviene recordarlo para tener en mente las pautas básicas de funcionamiento de una red inalámbrica.
- Disponer de un cifrado WPA2 que se encarga de velar por la seguridad de las conexiones WiFi, algo que tenemos a nuestro alcance en todos los modelos FRITZ!Box de AVM. De esta manera, todas nuestras redes WiFi están cifradas con una clave de red de fábrica.
- Utilizar la frecuencia 5 GHz. Puesto que, como hemos dicho, la WiFi es una red inalámbrica, las señales tienen que transferirse en un rango de frecuencia determinado. El más antiguo es el de 2,4 GHz y todos nuestros dispositivos se conectan en esa frecuencia, lo que puede producir interferencias entre ellos cuando hay una cantidad grande de hardware conectado. La frecuencia de 5 GHz propiciará que existan muchas menos interferencias. El FRITZ!Box tiene WiFi dual y puede dar cobertura simultánea a los dispositivos conectados en ambos canales. La tecnología del router WiFi determina qué frecuencia es mejor para cada dispositivo y, en función de eso, cambia de banda. Es entonces cuando hablamos del concepto band steering.
- Emplear el nuevo estándar WiFi AC, tecnología que ya está integrada en el FRITZ!Box 7490 y en el FRITZ!WLAN Stick AC 430, para conseguir una velocidad notablemente mayor (1.300 Mbps de transmisión bruta, tres veces más que la anterior tecnología WiFi N) y aumentar, a su vez, el alcance de nuestra red inalámbrica. Esta tecnología es ideal para transferir grandes volúmenes de datos, ya que nos permite transmitir desde vídeos en alta definición hasta una biblioteca musical completa. Por añadido, nos permite integrar en nuestra red doméstica varios dispositivos con un ancho de banda mayor. Y, en caso de que utilicemos dispositivos WiFi más antiguos, nuestra red seguirá siendo estable gracias a un segundo módulo inalámbrico integrado.
- Hacer uso de la tecnología band steering, nueva función que incorpora la versión 6.80 del FRITZ!OS. El concepto se refiere al proceso mediante el cual el router FRITZ!Box realiza el cambio de banda automáticamente. Es la consecuencia evolutiva del WiFi dual y muchos de nuestros dispositivos modernos (smartphones, tablets, portátiles) están preparados para utilizar dos frecuencias inalámbricas alternativamente. Así, los dispositivos soportan desde la banda de 2,4 hasta la de 5 GHz y tienen la posibilidad de intercambiar su transmisión de datos de una a otra frecuencia para evitar la que esté más congestionada. Al desviarse el flujo de datos a la de 5 GHz, el rendimiento de la red WiFi mejora al instante.
- Ubicar nuestros dispositivos WiFi en el lugar adecuado. Las características particulares que tienen nuestras viviendas afectan a la conexión inalámbrica. Todo influye: desde la densidad y el material del que están hechas las paredes hasta los dispositivos cercanos al router, como un microondas o un dispositivo con Bluetooth. De ahí que, preferiblemente, el FRITZ!Box deba situarse en un punto central de nuestra casa sin que ningún objeto cubra la señal y sin que existan obstáculos entre el router y el resto de nuestros dispositivos WiFi (sobre todo objetos de metal, con agua o ventanas con cristales aislantes).
- Comprobar la intensidad de la señal en diferentes puntos de nuestro hogar. La FRITZ!App WLAN para Android permite hacer esta comprobación e identificar de dónde proceden las interferencias. Hemos de verificar que hemos asignado un nombre único a nuestra red inalámbrica y considerar que el software de todos nuestros dispositivos tiene que estar actualizado si queremos disfrutar de una mejor red inalámbrica.
- Sintonizar el mejor canal inalámbrico. FRITZ!Box selecciona automáticamente la configuración inalámbrica más adecuada para obtener la mayor cobertura WiFi posible. Así mismo, nosotros podemos seleccionar el canal inalámbrico con menor número de redes de forma manual, accediendo a “Entorno WiFi” dentro del router.
- Ampliar nuestra red doméstica mediante el uso de repetidores. Esto podemos hacerlo de forma rápida y sencilla. Nuestro FRITZ!Box puede utilizarse como distribuidor central de todas las actividades de la red y nos permite transferir nuestros datos a todos los dispositivos conectados: ordenadores, smartphones, tablets, videoconsolas, etc. Para obtener una mejor conexión y que la red llegue a todos los rincones de nuestra casa, podemos utilizar productos FRITZ! complementarios, tales como el FRITZ!WLAN Repeater, o integrar un FRITZ!Powerline, dispositivo PLC que transmite datos a través de la red eléctrica, sin tener que desplegar cables.
- Esquivar las redes de nuestros vecinos. Ante la proliferación de redes inalámbricas en nuestro entorno, disponer de un mayor número de canales WiFi nos permitirá obviar más fácilmente las redes de nuestros vecinos. Esto lo conseguiremos gracias a la mencionada tecnología WiFi AC. De esta manera, todos podremos disfrutar de una red inalámbrica mucho más estable.