Descubre Cómo la Tecnología Transforma la Experiencia en Sillas de Ruedas, Brindando Movilidad Inteligente y Confort Adaptativo
En España residen cerca de dos millones y medio de personas con movilidad reducida, lo que significa más del cinco por ciento de la población. Un alto porcentaje de este colectivo necesita de una ayuda externa para poder moverse y salir de su hogar. Una acción tan común entre la mayoría de la población supone un reto cuyo éxito se está facilitando gracias a la tecnología. Los avances son evidentes en los diferentes tipos de sillas de ruedas, que se han convertido en una herramienta óptima y certera para acompañar a todas aquellas personas que, de otra manera, no podrían moverse o tendrían muchas dificultades para ello. Cada mejora en esta industria conlleva un efecto positivo directo para más de dos millones de españoles y otros muchos en todo el mundo.
Los resultados confirman que la tecnología ha mejorado notablemente la experiencia en silla de ruedas, lo que se traduce en mayor comodidad y ganancia en calidad de vida para los grupos que requieren de esta ayuda. La adaptabilidad a las diferentes necesidades es un aspecto clave en este punto, ya que los fabricantes han desarrollado modalidades que encajan con el tamaño y las dimensiones de cada persona; hasta el punto de tener en cuenta a los usuarios con un peso superior a los 150 kilos.
La incidencia de la tecnología en la fabricación de sillas de ruedas también se aprecia en el hecho de que las sillas manuales, que son las más frecuentes, pueden convertirse ahora en eléctricas con un proceso muy sencillo. Simplemente hay que instalar alguno de los dos dispositivos preparados para realizar esta función. El motor de acompañante se instala en la parte trasera y es manejado por otra persona. Por otro lado, el handbike es un El salto de calidad de vida y autonomía es extraordinario para una persona con movilidad reducida cuando puede mover su silla por sus propios medios, sin tener que recurrir a una ayuda externa.
Más autonomía y facilidad de carga
El sistema manual y clásico de “auto manejo” de la silla se ha perfeccionado a partir de la fabricación de ruedas traseras más grandes y resistentes. De esta manera, el usuario puede impulsarse y desplazarse con las manos, aunque su asiento no tenga la adaptación eléctrica. Esta incorporación no se traduce en un aumento del peso de la silla, un factor determinante a la hora de elegir el modelo. De hecho, la tendencia apunta a una reducción en ese sentido. La mayoría de opciones en el mercado están por debajo de los veinte kilos, incluso cada vez hay más modelos que no superan los diez kilos de peso.
La comodidad para el usuario se encuentra en otros aspectos como el diseño ergonómico que permite apoyar toda la espalda al asiento, de manera que éste se acopla a la configuración de cada músculo. La profundidad del asiento es tal que se incluye un soporte lumbar. Apoyar los pies es otra tarea fácil, ya que las sillas más recientes incorporan un reposapiés extraíble y que se regula de forma manual, lo que no requiere de otras herramientas, una necesidad que sí que era frecuente en modelos de años anteriores. Todo suma para, de la mano de la tecnología, conseguir una movilidad más sencilla e inteligente.