Declaración de la Renta: Descubre si estás obligado a hacerla y algunos consejos clave

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La Declaración de la Renta (también conocida como la declaración del IRPF) es un trámite obligatorio, de carácter anual, que tienen que hacer los residentes en España con el objetivo de informar de su situación ante la Agencia Tributaria.

Ahora bien, existen algunas excepciones de personas que no tienen que hacerla; todo dependerá de los ingresos que hayan obtenido en el año anterior, y de si se es autónomo o empresa.

El hecho de no hacerla y estar obligado supondrá sanciones muy importantes por parte de Hacienda, además de recargos por no haberla presentado a tiempo.

Aunque desde la Administración se nos facilita un borrador de la Declaración, no podemos confirmarlo sin más. En el caso de que haya un error, la única responsabilidad será nuestra. Siempre es recomendable dejarla en manos de una buena gestoría declaración renta online para que la puedan revisar y así obtener el resultado más favorable.

¿Quién está obligado a hacer la declaración de la renta?

El IRPF es el acrónimo de Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas. Así que, en principio, es obligatorio para todas las personas físicas que viven en España. El impuesto grava los beneficios que se hayan conseguido a lo largo del año: esto quiere decir la diferencia entre los ingresos obtenidos menos los gastos.

La Declaración de la Renta la tendrán que hacer tanto los trabajadores por cuenta ajena (y se tendrá en cuenta conceptos como la nómina), así como los trabajadores por cuenta propia (autónomos).

También es obligado declarar los rendimientos del capital inmobiliario, como podría ser el alquiler, ganancias patrimoniales, fondos de inversión, incluso las operaciones que se haya podido hacer con cripto activos.

Para que la cantidad a pagar no sea tan elevada, los contribuyentes pagarán el IRPF por partes a lo largo del año. Los trabajadores por cuenta ajena lo harán a través de retenciones en la nómina, mientras que los autónomos lo harán mediante declaraciones trimestrales.

Según establece la ley, cualquier persona física que haya residido 183 días en España durante el ejercicio correspondiente, estará obligada a declarar. Sin embargo, existen algunas excepciones que vamos a ver a continuación:

  • Rendimientos del trabajo inferiores a 22.000€ al año: estas personas no tendrán que hacer la Declaración, siempre y cuando solo haya habido un pagador y si han existido varios, pero la suma del segundo y posteriores no superen los 1500€. Tampoco estarán obligadas aquellas personas que hayan obtenido los rendimientos económicos de una pensión de la SS.
  • Rendimientos del trabajo inferiores a 14.000€ al año si estos proceden de más de un pagador. La suma del segundo y los restantes superarán los 1500€ al año.
  • También podrían existir excepciones de que el pagador no esté obligado a retener (por ejemplo, si estamos hablando de una pensión del extranjero), entre otras particularidades.

Lo más recomendable es consultar tus dudas directamente con un gestor para que te pueda informar sobre si estás obligado o no a hacer la Declaración de la Renta.

¿Qué ocurre si estamos obligados a hacer la Declaración y no la hacemos?

Podría darse el caso, normalmente por desconocimiento, que estemos obligados a hacer la Declaración de la Renta y no la presentemos.

Para saber lo que nos puede pasar, habrá que recurrir a la normativa establecida. Según la misma, recibiremos una infracción tributaria que puede ser leve, grave o muy grave.

Una infracción leve podría ser la de no presentar la Declaración que tuviese como resultado “A devolver”. Como la Administración no sería afectada económicamente, la multa sería de unos 200€.

Pero la cosa cambia si se le debe dinero a Hacienda. En ese caso, se irán aplicando recargos que se incrementarán en el tiempo.

  • Si se presenta antes de 3 meses, el recargo será de un 5% sobre la cantidad que haya que ingresar.
  • Si se presenta entre 3-6 meses tarde, se aplica un recargo del 10% de la cantidad total.
  • En el caso de que el retraso sea de entre 6-12 meses, el recargo será del 15%.
  • Y si se extendiese a más de 12 meses, se aplicará un recargo del 20%. Además, habrá que sumar intereses de demora.

Pero… ¿Qué ocurre si desde la Administración detectan que una persona no ha pagado y no va a hacerlo? Entonces habrá más que un recargo, sino que se aplicará una sanción. Esta puede oscilar entre un 50 y un 150% de la cantidad que queda pendiente de pago. También habrá que sumar los intereses de demora.

Consejos para hacer la Declaración de la Renta

Aquí van algunos tips que pueden servirte para cuando tengas que hacer la Declaración anual:

1.     Empieza cuanto antes

 No esperes hasta el último momento para empezar a hacer tu declaración de la renta. Empieza a recopilar los documentos y a preparar tus cálculos lo antes posible. De esta manera, te aseguras de tener todo lo que necesitas y de no tener que correr contra el tiempo.

El plazo para entregar la Declaración de la Renta empieza en abril y termina el 30 de junio, por lo que hay tiempo más que suficiente para empezar.

Importante: los primeros días de tramitación de la Declaración a través de Internet se suele congestionar el sistema, por lo que podemos tener algunos problemas para presentarla. En el caso de que no lo consigamos, vale la pena esperar algunos días.

2.     Conoce tus deducciones

Una deducción se puede definir como un gasto que podemos incluir para descontar o disminuir la cantidad de dinero que tenemos que ingresar a Hacienda.

Hay muchas deducciones que puedes reclamar en tu declaración de la renta. Algunos ejemplos incluyen gastos médicos, gastos relacionados con la educación y donaciones a caridad. Asegúrate de conocer todas las deducciones que puedes reclamar y de tener los documentos necesarios para respaldarlas.

Estas deducciones se pueden aplicar tanto si trabajas por cuenta propia, como por cuenta ajena.

Pero no puedes poner cualquier gasto que se te antoje; además, la Agencia Tributaria cada vez es más restrictiva al respecto, por lo que es mejor consultar con el gestor sobre si ese gasto puede agregarse como deducción o no.

3.     Usa un programa de software

Hay muchos programas de software disponibles que te ayudarán a hacer tu declaración de la renta de manera más sencilla.

Estos programas te guiarán a través del proceso y te ayudarán a calcular tus impuestos de manera precisa. Además, muchos programas de software son gratuitos, por lo que no tienes que gastar dinero para tener acceso a ellos.

Pueden ayudar a cualquier persona física, pero son especialmente recomendables para autónomos y profesionales. Gracias a estos programas podemos tener un control más detallado sobre los gastos que hemos tenido, ingresos, impuestos, facturas presentadas, incluso hasta nos pueden informar sobre si hay algún tipo de deducción a aplicar.

4.     Mantén tus documentos organizados

Mantener tus documentos organizados es clave para hacer una declaración de la renta eficiente.

Crea un sistema para almacenar y clasificar tus recibos, facturas y otra documentación relacionada con tus impuestos. De esta manera, podrás encontrar rápidamente lo que necesitas cuando sea necesario.

Lo más interesante es empezar con este sistema de clasificación desde el primer momento del año. Si se ha abierto el proceso de presentación de la Declaración y no has organizado nada, ten en cuenta que tienes varios meses por delante para hacerlo.

5.     Trabaja con un gestor

Si te sientes desorientado por el proceso de hacer tu declaración de la renta, puedes trabajar con un contador.

Un gestor te ayuda a entender los requisitos fiscales asociados a tu negocio y a hacer una declaración precisa y completa. Aunque los servicios del gestor puedan tener un coste elevado, te aseguramos que valen la pena.

Hay muchas razones por las que contratar a un asesor para que te haga la declaración de la renta puede ser una buena idea. En primer lugar, los asesores fiscales tienen mucha experiencia y conocen todas las leyes y regulaciones relacionadas con los impuestos, por lo que pueden asegurarse de que hagas tu declaración de manera precisa y completa.

Además, los asesores fiscales pueden ayudarte a aplicar correctamente las deducciones y a reducir tus impuestos. Conocen todas las deducciones a las que tienes derecho y pueden ayudarte a reclamarlas. Esto significa que puedes recibir una devolución más grande o pagar menos en impuestos.

 

Otra ventaja de trabajar con un asesor fiscal es que evitarás el estrés de manejar tantos números y casillas. Te pueden ayudar a resolver cualquier problema o preocupación que tengas con respecto a tus impuestos.

6.     Revisa tus cálculos

Antes de presentar tu declaración de la renta, asegúrate de revisar cuidadosamente tus cálculos. Verifica que hayas incluido todos los ingresos y deducciones apropiados, así como cualquier otro detalle.

Uno de los errores más comunes que solemos cometer es aceptar el borrador sin revisarlo. Como ya te hemos indicado, la Administración no va a reconocer en ningún caso un error que ha tenido… incluso puedes recibir una sanción por ello.

Nunca te fíes al 100% del borrador que te han hecho, ya que podría tener datos incorrectos.

Esperamos haber aclarado las dudas más habituales sobre la Declaración de la Renta.