Cómo la gestión de las etiquetas puede volver el sector logístico más sostenible
Las impresoras de etiquetas Brother permiten aprovechar mejor los recursos en entornos logísticos.
La automatización de procesos para mejorar la productividad poniendo en el punto de mira la eficiencia y evitando los posibles errores que se derivan de la intervención humana, junto a una actividad respetuosa con el medioambiente son dos objetivos que rigen los planes actuales de las organizaciones.
Ambos se pueden alcanzar a través de una revisión de la estrategia de impresión. Las empresas, incluyendo las del sector logístico, necesitan implementar soluciones eficientes y precisas que mantengan en pie su operativa y aseguren la trazabilidad de la cadena de suministro, desde la fabricación, el almacenamiento hasta el punto de entrega. En cada eslabón de la cadena es posible mejorar la sostenibilidad de cada proceso.
Las impresoras de etiquetas también pueden contribuir a la sostenibilidad. Brother cuenta con una cartera de impresoras de etiquetas que han sido diseñadas específicamente para optimizar las operaciones en entornos de gran producción, donde el tiempo y la precisión resultan primordiales. Desde impresoras industriales de etiquetas, aptas para imprimir grandes cantidades diarias y adaptarse a los picos de demanda, con equipos robustos que disponen de una carga de consumibles rápida, ribbon de alta autonomía y amplia conectividad de serie, hasta impresoras portátiles perfectas para aportar flexibilidad y reducción de errores gracias a la impresión in situ.
Menos gasto energético, menos desperdicio
Con su gama de impresoras de etiquetas, Brother exprime el potencial de un sistema de etiquetado automático. Esto supone crear etiquetas claras y precisas, utilizando tecnología de impresión térmica que ayuden a las compañías en su evolución a favor de la protección del planeta y la reducción de su huella de carbono.
Aunque muchas veces no se le da el valor suficiente durante la planificación empresarial, un sistema de impresión de etiquetas adaptado a los procesos es sinónimo de ahorro. Hay varias formas en que las empresas del sector pueden optimizar los procesos de identificación y, por tanto, el sistema de gestión de las etiquetas para llegar a ese punto de mayor concienciación ecológica.
Por un lado, impresoras de etiquetas como las de Brother, están fabricadas para durar y permiten crear etiquetas bajo demanda reduciendo desperdicios a la industria. Brother ha diseñado soluciones de impresión de etiquetas con un ribbon de larga duración con el objetivo de ampliar el periodo de sustitución del mismo y aumentar la autonomía, lo que redunda en un menor tiempo de inactividad.
Por otra parte, estas máquinas reducen el posible desperdicio generado por las tareas de impresión. Con las impresoras térmicas se crean etiquetas bajo demanda para evitar el gasto inútil de recursos, ya sea por un mal cálculo u otro motivo. Como sólo imprimen las etiquetas que hacen falta, terminan ahorrando material, tiempo y dinero a las empresas que apuestan por esta solución. Esto repercute de manera directa en el fin medioambiental al reducirse el desperdicio.
El propio material del que está hecho la etiqueta importa. Hoy en día todas las compañías son conscientes del impacto que conlleva la posibilidad reciclar o reutilizar los productos. Reducir el número de piezas que contienen y cuidar su tipología es importante, como también lo es tener en cuenta las etiquetas en sí. Si la etiqueta no es reciclable y es difícil para el consumidor separarla al deshacerse del envase, puede impedir el reciclado, afectando a todo el proceso.
Para colaborar con el planeta y asegurarse de que los productos tengan una segunda vida, se vuelve imprescindible optar por etiquetas fabricadas con componentes menos dañinos con la naturaleza. Esto es: que sean biodegradables, como la caña de azúcar, así como usar adhesivos con base de agua.
Otra opción son las etiquetas inteligentes, que almacenan más información en el mismo espacio, mientras reducen la generación de residuos. Frente a soluciones más clásicas, existen los códigos de barras embebidos, los códigos QR o la identificación por radiofrecuencia pasiva RFID.
Cualquiera de estos planteamientos cumple con los requisitos de los consumidores del siglo XXI, que prefieren relacionarse con marcas que demuestran estar comprometidas con la reciclabilidad, la sostenibilidad y la neutralidad a nivel de carbono. Lo más conveniente es asesorarse y consultar con el proveedor de tecnología cuáles son las credenciales de sus etiquetas y qué sistema se adapta mejor a cada circunstancia para convertirse en un negocio responsable.
Para conocer más sobre la aproximación de Brother en impresión y etiquetado para el sector logístico, puedes visitar este enlace.