Brains4Cars monitoriza el lenguaje corporal de conductores para evitar accidentes
Las universidades Cornell y Stanford han desarrollado un sistema de prevención de colisiones denominado Brains4Cars, que tiene en cuenta el lenguaje corporal del conductor.
La búsqueda de coches conectados y autónomos está impulsando la innovación de muchas tecnologías avanzadas para los automóviles. Uno de estas tecnologías en auge es el desarrollo de sistemas de prevención de colisiones, en el que hemos visto importantes avances en los últimos años.
Normalmente estos sistemas se centran sobre todo en cámaras que apuntan al entorno, teniendo en cuenta el exterior para saber si el coche puede encontrarse con obstáculos fijos o móviles y avisando al conductor o, directamente, modificando la dirección o la velocidad del vehículo para evitarlos.
La idea de Brains4Cars, desarrollado en conjunto por investigadores de la Universidad de Cornell y de Stanford, es que además de tener en cuenta el entorno con cámaras hacia el exterior y un sistema de radar, también tiene en cuenta al conductor directamente, con una cámara que apunta hacia él.
Esta cámara se encargar de monitorizar el lenguaje corporal del conductor del vehículo, de forma que puede predecir sus acciones y avisar con antelación si éstas pueden suponer un riesgo. Brains4Cars puede saber por un lado si hay obstáculos en el entorno, y por otro si el conductor tiene intención de ir hacia el mismo o si va a ir por el camino erróneo en caso de usar la navegación del vehículo.
Diferentes sistemas de notificación visual, auditiva e incluso táctil, en el propio volante, pueden avisar al conductor, de forma que actúa como una especie de ‘sexto sentido’ mientras conducimos, sin tener que apartar la vista de la carretera o avisando en caso de despiste y que no se esté mirando a ella.
Para desarrollar Brains4Cars, los investigadores han registrado la actividad de 10 conductores durante 2 meses. Los datos se han analizado para encontrar pautas y crear unos algoritmos que son capaces de adelantarse 3,53 segundos a la acción en el 77,4% de los casos. Todo un éxito que posiblemente veamos en los coches de un futuro cada vez más cercano.