Bosch invertirá 3.000 millones de euros en su negocio de chips

Parte de la inversión planificada por la compañía alemana hasta 2026 irá destinada a la construcción de centros de desarrollo en Reutlingen y Dresde.

Bosch se implicará en la producción de chips, uno de los sectores golpeados por la pandemia de coronavirus y los problemas de suministro, con una inversión de 3000 millones de euros durante el próximo lustro.

Esa es la cifra que la compañía alemana tiene pensado invertir hasta 2026 en su división de semiconductores como parte del programa de financiación IPCEI (Proyecto Importante de Interés Común Europeo) sobre Microelectrónica y Tecnología de la Comunicación.

Con motivo del desarrollo de la Ley Europea de Chips, tanto la Unión Europea como los gobiernos de los diferentes países miembros están dedicando fondos para conseguir que el continente aporte el 20 % de la producción mundial de procesadores.

Parte de la inversión planificada por Bosch irá destinada a la construcción de dos nuevos centros de desarrollo. Uno estará ubicado en Reutlingen y el otro, en Dresde.

Además, la compañía creará unos 3000 metros cuadrados adicionales de espacio de sala limpia para su fábrica de obleas.

El desarrollo de sensores de radar más pequeños e inteligentes para que los vehículos automatizados pueden aplicar monitorización de 360 grados es uno de los objetivos de Bosch.

La compañía también quiere modificar sus sistemas microelectromecánicos para la industria de bienes de consumo, con obleas de 300 milímetros.

Otro proyecto tiene que ver con la producción de tipos de semiconductores distintos. Por ejemplo, chips de carburo de silicio para coches eléctricos e híbridos o chips basados en nitruro de galio que se dirigirán a aplicaciones de electromovilidad.

“La microelectrónica es el futuro y es vital para el éxito de todas las áreas de negocio de Bosch”, comenta Stefan Hartung, presidente del Consejo de Administración de Bosch. “Nos estamos preparando para un crecimiento constante en la demanda de semiconductores, también en beneficio de nuestros clientes. Para nosotros, estos componentes en miniatura significan un gran negocio”.

Hartung opina que “Europa puede y debe capitalizar sus propias fortalezas en la industria de los semiconductores. Más que nunca, el objetivo debe ser producir chips para las necesidades específicas de la industria europea”, dice. “Y eso no sólo significa chips en el extremo inferior de la nanoescala”.

Las fábricas de Bosch se centrará en componentes con tamaños de proceso de entre 40 y 200 nanómetros.