BMC Exchange 2018 recala en Madrid
BMC Software se pone los manguitos de contable y alerta de los costes ocultos que puede acarrear una gestión en la nube híbrida improvisada y desorganizada.
Las soluciones de administración de múltiples nubes de BMC es una de las favoritas de los equipos devops por su facilidad de uso y potencia de alcance, ayudándoles a optimizar sus sistemas de TI actuales al tiempo que garantiza una transición segura a la nube sin malgastar el dinero. Desde antes de tomar la delicada decisión de subirse a la nube hasta todo el funcionamiento en ella, la empresa tejana posee un conjunto de herramientas que descubren, controlan, gestionan, aseguran y automatizan los recursos, activos y tareas implicadas, siendo compatibles con las cuatro principales nubes públicas: AWS, Azure, GCP y Openstack.
En esta ocasión, BMC Exchange 2018 Madrid ha puesto el acento en los costes ocultos y el conocimiento de los gastos que conlleva el cloud computing. Se ha vendido la nube como la panacea para el ahorro de costes en grandes inmovilizados (Capex) debido a su flexibilidad a la hora de dimensionar la infraestructura TI en uso y su pago por consumo (Opex), pero se ha comentado poco que si no se calcula bien las necesidades y se planifican su despliegue, la factura final se puede disparar hasta límites insólitos.
Y para reforzar este mensaje, los directivos españoles de la compañía han dado un paso atrás para dejar que fueran sus propios empleados, socios de canal y clientes los que tomaran el protagonismo en este día que es de los más concurridos que BMC organiza en suelo europeo. En esta ocasión se eligió un formato más típico de las TEDtalks, con una tarima central y los asistentes rodeando por las cuatro paredes al ponente, a la misma altura, como queriendo dar el mensaje de que no hay barreras entre los técnicos e ingenieros de BMC y sus usuarios y revendedores e integradores. Por supuesto, Francisco Trillo (director general de BMC para Iberia, Africa, Israel & Eastern Europe) y Marcos Delgado (vicepresidente para EMEA South & East) hicieron los honores en la presentación del evento, y se dejaron ver en todo momento por la zona comercial junto con la asistencia de Paul Cant, EMEA VP & General Manager, dispuestos a responder preguntas sobre qué migrar, qué nubes usar, cuánto gastar, cómo garantizar la seguridad o cómo optimizar cada paso en el viaje digital.
En general, BMC concentró su mensaje en las cuestiones clave a considerar a la hora de subirse a la nube, o estando ya en ella mantenerse a flote. “Las organizaciones almacenan cada vez más sus datos y ejecutan sus sistemas de información en múltiples plataformas en la nube operadas por una variedad de proveedores, y, en algunos casos, también mantienen simultáneamente nubes privadas”, señala Cant. “Este entorno informático cada vez más dispar presenta una gran cantidad de desafíos, desde garantizar la eficiencia y el rendimiento óptimos a través de una compleja red de plataformas, asegurándose de que las aplicaciones correctas lleguen a las plataformas correctas al precio correcto e interactúen sin problemas cuando sea necesario. Hacerlo bien significa generar ventajas competitivas para la organización; hacerlo mal, es abrir la puerta a la inseguridad y al descontrol de los costes”.
Por su parte, Dan Streetman, vicepresidente ejecutivo de Ventas y Marketing Globales de BMC, y Juan Antonio Fernández, director de Ventas IT EMEA mencionaban los cinco temas clave que hay que tener en cuenta en un entorno multi-cloud: costo, rendimiento, visibilidad, seguridad y automatización. “Las plataformas en la nube son reconocidas por la capacidad de permitir que los usuarios amplíen su uso, de forma ascendente o descendente en un momento dado, por lo que solo pagan por lo que necesitan. Sin embargo, puede ser difícil pronosticar los requisitos de capacidad y elegir el plan de precios que sea más rentable para esos requisitos, especialmente cuando se combinan y recombinan servicios de una variedad de proveedores”, se alerta desde BMC. “Cuantas más piezas se agreguen a un entorno de múltiples nubes, más desafiante será hacer un seguimiento de dónde se hallan esos recursos virtuales y qué dependencias rigen. Intentar abordar todos estos desafíos de una manera manual es además casi imposible”.
A ello hay que añadir que los enfoques tradicionales de seguridad perimetral y políticas de cumplimiento a menudo se quedan cortos en un entorno de múltiples nubes, o simplemente se ignoran; muchas veces son departamentos independientes los que toman la iniciativa de probar y hacerse un piloto presionados por la competencia y sin esperar a validaciones de QA. “Por ello, cada vez se requieren más tecnologías que automaticen gran parte del trabajo de seguridad, desde la supervisión continua de fallas hasta la identificación, la priorización y la remediación de amenazas, para reducir las brechas y distracciones de seguridad y el costo de parches, así como el costo de cumplimiento”, se añade.
Controlar el gasto
Es cierto que un entorno operativo de múltiples nubes le brinda a la empresa una gran flexibilidad para adaptar sus sistemas de información a sus necesidades concretas, pero exige también una supervisión y administración rigurosas para obtener resultados óptimos. Según RightScale 2018, el 52% de las compañías encuestadas declaran una factura en la nube de más de 1,2 millones de euros, pero es que un 26% se gasta más de 6 millones. El control del gasto se hace imprescindible, y tanto el CFO como el CIO deberían estar preparados para contestar todas estas preguntas: cómo se distribuye el gasto entre servicios, departamentos y entorno, cómo evolucionan estos gastos, a qué se deben las variaciones, si hay servicios infrautilizados o sobredimensionados, si se están siguiendo las pautas recomendadas, cómo adaptarme al presupuesto dado, cómo intentar rebañar costes, si hay opción de ver distintos escenarios en un simulador…
En el turno de la keynote de Javier Muñoz, director general de Fusion Global Business Solutions Iberia, socio platinum del evento que hacía su primera presentación pública tras la compra en marzo pasado de la española BSM, se intenta responder a estas dudas, pues para la ocasión se eligió el tema de los costes ocultos en la nube, o más bien “el lado oscuro de la nube. Cuando nos sorprenden los gastos, significa que no tienes el control”, afirma Muñoz.
Para ello, Muñoz compartió las siete pautas que según Gartner son necesarias para la gestión de los gastos en la nube. Estas mejores prácticas son:
- Cloud tag. Establecer una política de etiquetado. Clasificar e inventariar todo, los equipos y sus funciones, para facilitar el seguimiento. De hecho, los recursos que no estén etiquetados deberían ser parados.
- Right size. Dimensionar debidamente los recursos con una gestión de la capacidad. Hay que comprender la clase de consumo y el tipo de cargas antes de subir nada a la nube, para contratar solo lo que realmente se necesita. “La flexibilidad en la nube no sale gratis”.
- Pricing model. Elegir el plan apropiado, porque cada instancia varía en función de diversas variables: consumo (depende si es de memoria, de cálculo o de almacenamiento); tamaño; sistema operativo (depende si es Windows o Linux, incluso en Azure vale más el Windows que el Linux); región (depende si tiene que estar en EEUU o en Europa, por lo general es más barato en EEUU); SLAs… En la búsqueda de la optimización del consumo también hay que tener en cuenta los descuentos (por tiempo de permanencia, por pago adelantado).
- Date egress. Hay que entender el sentido del tráfico y reducir la salida de datos, porque subir datos es gratis, pero bajarlos y transferirlos en la nube se paga bien caro.
- Orphaned resources. Hay que recuperar recursos que se han quedado ‘huérfanos’ y sin uso, encontrarlos y reasignarles tareas, porque aunque no estén activos, también se paga por ellos.
- Throttle resources. También hay que reducir los recursos pobremente utilizados o que sabemos cuándo no van a estar funcionando (de viernes a lunes, de 8 de la tarde a 8 de la mañana…), para lo cual se recomienda su apagado automático.
- Best practices. Es aconsejable usar las herramientas gratuitas que proporcionan los proveedores y seguir sus mejores prácticas.
Lo fundamental es disponer de una herramienta que sea capaz de controlar estos siete apartados, que pueda monitorizar el tráfico y el uso, que permita el descubrimiento de los activos, leer su capacidad y tener asociado el gasto que conlleva para su control. “No desperdiciemos el dinero, los gastos en la nube son controlables. Como decía Warren Buffett, el precio es lo que se paga, el valor lo que se obtiene”, añade el directivo de Fusion.
Y como es habitual en este tipo de eventos, BMC quiso regalar a los presentes una sesión de couching con una charla motivadora sobre la importancia de la psicología positiva conducida magistralmente por Víctor Küppers, célebre en los memes que viajan por whastapp por su devoción a la Mahou. En ella, se aboga por vivir con entusiasmo, pero la realidad es que estamos muy tarados en el sentido de mella, imperfección, defecto. El mundo está lleno de cagaprisas, y encima a nadie nos sorprende. Es frecuente conformarse, quedarse en la división de los mediocres, ser uno más del montón. “Pero que sea habitual no quiere decir que sea normal. Es un problema de estado de ánimo, de cuando se ha cedido al número de preocupaciones en la cabeza y sucumbido a la estresante velocidad a que se mueve todo.
Sin embargo el estado de ánimo se puede trabajar, es una decisión personal, elegir buscar la alegría de vivir depende solo de cada uno”, comenta este entrenador del ánimo. Hay seis detalles que sobresalen en esta manera de ser “joyful” y definen a esas personas: deciden vivir con alegría; son excelentes personas; saben salir del bucle; cuidan lo más importante; tienen pasión e ilusión; y son agradecidas. “Todos venimos con un pack, hay cosas buenas y hay cosas malas, eso no se puede cambiar, pero tú elijes cómo llevar la mochila. Lo único bueno que puedo decir es que con entrenamiento cada vez es más fácil vivir con entusiasmo, la vida se te vuelve apasionante y puedes hacer incluso de tu vida una obra de arte”.