La tecnología blockchain está llamada a protagonizar la revolución silenciosa de la trazabilidad y certificación de todo tipo productos, servicios y procesos. Sin que el consumidor final llegue a verla, esta tecnología se irá introduciendo poco a poco en su día a día, convirtiéndose en un notario invisible y descentralizado.
“La tecnología blockchain tiene grandes ventajas en el ámbito de la trazabilidad, permitiendo rastrear de forma segura la ubicación y el estado de los productos a lo largo de toda la cadena de suministro, al mismo tiempo que todos los actores del proceso pueden acceder a la información recopilada en cada paso. Y a nivel de certificación, esta tecnología brinda a los usuarios de esa cadena de suministro información detallada sobre el producto y su calidad, dotando a los procesos de fiabilidad y eficiencia. Por otro lado, al consumidor final le brinda una mayor confianza, pudiendo conocer todo tipo de detalles que conforman la calidad del producto que van a comprar”, especifica Olga Blanco, responsable de Blockchain de IBM España.
Además, Carlos Callejero, socio cofundador y director de Digitanimal, hace hincapié en una característica esencial de esta tecnología: la inviolabilidad de la información. “Las tecnologías blockchain y distributed ledger garantizan que los registros de auditoría asociados con los procesos relevantes no se puedan manipular, esencial para fines de certificación y trazabilidad”. Asimismo, Francisco Guillén, CEO de BlockTac, remarca que “cuando se utiliza una blockchain pública, nadie puede modificar la información en ella registrada y está siempre accesible para su comprobación, sin coste adicional”.
José Gefaell, managing partner de Caelum Labs, explica así por qué ofrece dicha fiabilidad la cadena de bloques. “Blockchain es equivalente a una base de datos cuya integridad no está garantizada por una única entidad, sino por una comunidad, por muchos ordenadores que colaboran en red. Cada uno de ellos mantiene una copia de la base de datos sincronizada y protegida en todo momento por consenso criptográfico. Esta distribución o descentralización otorga más seguridad y fiabilidad a los registros que los sistemas dependientes de una única entidad, que son más fácilmente manipulables o hackeables. En realidad, lo que se registra en un blockchain es la prueba de la existencia de un título de propiedad, de una transacción o de una información, no el título, la transacción o la información en sí misma”.
Así pues, el sistema que establece blockchain permite prescindir de autoridades centrales o intermediarios de confianza, como bancos, notarios, gobiernos o empresas de tecnología con bases de datos centralizadas. “Todos estos organismos de confianza son necesarios para realizar transacciones de todo tipo —de autenticación, de identificación, de transferencia de valor…—, manteniendo el registro de los movimientos en una única base de datos, centralizadamente. En general, estos organismos hacen un buen trabajo. Pero el control centralizado de la información tiene problemas, como por ejemplo los ciberataques, que cada vez son más frecuentes, o comisiones adicionales en las transacciones. Además, los intermediarios centralizados controlan en exclusiva nuestra información, como Google y Facebook”, indica.
La alternativa que ofrece blockchain es “un registro distribuido, descentralizado e inmanipulable de las pruebas que demuestran la titularidad de un activo y la secuencia de las transacciones”, precisa Gefaell. “El control descentralizado que permite la tecnología blockchain tiene claras ventajas: regularización, seguridad, soberanía y privacidad de la información, automatización y no es necesaria una nueva estructura tecnológica”, agrega.
Hay muchos sectores que se pueden beneficiar de todas las ventajas que ofrece esta tecnología. “Desde la venta minorista hasta los servicios financieros, el sector alimentario o la salud, por citar algunos ámbitos. Tiene un gran potencial en todos ellos porque brinda confianza, transparencia e integridad de los datos que se manejan, lo que provoca una mayor eficiencia en cada sector”, reseña Blanco. A continuación, vemos algunas de estas aplicaciones.
En el momento de pandemia que atravesamos, blockchain ofrece soluciones muy interesantes. “Una plataforma blockchain de código abierto facilita la distribución de las vacunas a miles de millones de personas, permitiendo rastrear y autenticar de forma segura los lotes, la temperatura o el historial de manipulación, por ejemplo. Esto puede ser crucial para que las personas confíen en las vacunas que van a recibir. También es clave a la hora de poner en marcha un pasaporte COVID”, precisa la responsable de IBM.
En este mismo ámbito, IBM ha desarrollado Digital Health Pass, que permite que a las empresas verificar las credenciales de salud de empleados, clientes o viajeros, dando acceso a sus instalaciones según los criterios que elegidos. “Todo ello, respetando la privacidad y permitiendo al usuario el control de su información médica y personal. Lo hemos puesto en práctica en Nueva York, con el desarrollo de Excelsior Pass, con el que los ciudadanos pueden compartir sus datos de vacunación o resultados COVID para acceder a recintos de la ciudad”, especifica la responsable de IBM.
Callejero opina que esta tecnología “va a revolucionar la experiencia del consumidor desde el momento de la compra, convirtiéndolo en un acto mucho más consciente”. “En los productos de origen animal, cada vez es más importante tener garantías sobre el origen y el entorno en el que ha vivido ese animal. Cada vez se tienen más en cuenta consideraciones como las condiciones de bienestar del animal, pero también el manejo de esas granjas y su efecto sobre el medio ambiente. El uso dual de la tecnología como herramienta de incremento de la eficiencia productiva y de recursos, a la vez de herramientas de auditoría constante de algunos parámetros, va a permitir diferenciar al consumidor y, por tanto, tomar decisiones como nunca antes había hecho”, explica.
Por ejemplo, Digitanimal trabaja con varias ganaderías. Una es Cumbres de Guadarrama, una pequeña explotación de carne de buey que lleva desde 2016 monitorizando sus animales mediante sensores. “En diciembre de 2020, lanzó las primeras hamburguesas en las que la información relevante sobre el origen, zonas y tiempos de pasto, así como de engorde, se transmiten al consumidor a través de un código QR que escanea con su móvil”. Y también hace algo parecido La Blaquería, una ganadería de Ávila que vende terneros que pastan antes de llegar al destete y la fase de engorde. “En ambos casos, estamos utilizando los servicios blockchain de IBM Food Trust”, especifica Callejero.
De hecho, IBM Food Trust es una de las iniciativas más ambiciosas en este ámbito. “Es una plataforma que conecta a todas las personas que participan en la cadena de suministro para hacerla más eficiente y ofrecer transparencia y seguridad a los consumidores. De esta forma, se crea un ecosistema de productores, proveedores, fabricantes y minoristas que disponen de una forma de suministrar alimentos más inteligente, seguro y sostenible. Gracias a ello, se logra una mayor seguridad en la calidad de los alimentos, se garantiza a los consumidores que dispongan de alimentos más frescos y se minimiza el desperdicio, por ejemplo”, detalla Blanco.
Esta plataforma ya tiene usuarios en España. Por ejemplo, Carrefour usa blockchain para certificar que el pollo campero que ofrece ha sido criado sin tratamientos antibióticos, permitiendo que sus consumidores verifiquen la calidad del productor y conozcan información relevante como la fecha de nacimiento del pollo, cómo se ha criado, en qué granja, cuál ha sido su alimentación, el proceso de envasado o la fecha en la que llega a la tienda. También participa en IBM Food Trust el aceite ecológico de la cooperativa granadina Conde de Benalúa, ofreciendo a los consumidores de su aceite de olive virgen extra información como el agricultor que lo cultivó, la almazara o el fabricante.
IBM también cuenta con VinAssure, que contiene un gran catálogo de bebidas alcohólicas de pequeños productores españoles y franceses. “El blockchain garantiza a sus compradores que los vinos que adquieren cumplen las expectativas de calidad e integridad que requieren estos productos. El consumidor final puede conocer la procedencia del vino, sus perfiles, sabor o si cumple la normativa de certificación orgánica escaneando un código QR en sus botellas”, puntualiza la responsable de IBM.
Estas mismas aplicaciones se podrían trasladar a otros productos de gran consumo, como cosmética, por ejemplo, acreditando que los productos no han sido testados con animales, que los componentes empleados son naturales, etc.
“Gracias a la tokenización de los activos financieros, incluido el dinero, se pueden desarrollar plataformas de financiación con un número menor de intermediarios y un menor coste”, afirma Gefaell. Asimismo, indica que “los emisores de deuda o acciones podrán colocar por sí mismos sus emisiones y security tokens sencillos, privadamente, con menos intermediarios, sin comisiones de colocación y legalmente”.
Además, blockchain introduce agilidad, rapidez y eficiencia. “La liquidación, custodia y administración de los contratos de financiación se automatizan mediante contratos inteligentes que se autoejecutan y que, al estar registrados en un blockchain, no pueden ser manipulados. Y los inversores podrán suscribir dichas emisiones con menores comisiones de gestión, sin gastos TER ocultos, etc.”, comenta.
De igual modo, la cadena de bloques contribuirá a la descentralización de las finanzas. “El blockchain ha permitido la aparición de transacciones de financiación descentralizadas (DEFI), en las que habitualmente se exige el bloqueo de un activo como colateral para obtener un préstamo, crear liquidez en un mercado o acuñar un nuevo activo. A su vez, el rally de las criptomonedas y la aparición de Non-Fungible Tokens (NFT) —representaciones criptográficas de títulos de la propiedad de cualquier activo o derecho, únicos, no fungibles, no intercambiables— ha potenciado este tipo de financiaciones, porque ambos se pueden utilizar como colateral de las financiaciones DEFI”, señala el managing partner de Caelum Lab.
También tiene aplicaciones en los microcréditos, tan habituales en países pobres “El problema principal de las personas sin recursos no es sólo que no tienen forma de demostrar fehacientemente la propiedad de sus activos y terrenos o certificar su principal activo, su identidad, sino también que no pueden demostrar su capacidad de producción. No tienen ningún tipo de ‘track record’, ni de registro de su productividad, ni forma de demostrar su credibilidad en su comunidad”, explica Gefaell. Esto impide que puedan acceder a financiación a precios razonables.
Con blockchain se puede crear un ‘pasaporte económico’ con datos del historial financiero, registros de tierras, redes de confianza y datos comerciales de estas personas sin recursos. “Así, cualquier prestamista de microcréditos, individual o institucional, sabrá con certeza y sin necesidad de intermediarios quién es el agricultor, qué tierra cultiva, cuánto está produciendo y si es una persona de fiar en su comunidad”, apunta.
“Una de las áreas de desarrollo más intensas del blockchain es el de la autenticación de la identidad de las partes, necesaria para automatizar procesos entre partes. Por ejemplo, en el internet de las cosas, los aparatos se conectan entre sí y pueden realizar ellos mismos transacciones. Un frigorífico podrá hacer la compra cuando falte leche o cualquier otro alimento. Y podremos encargar un coche autónomo que venga a recogernos. En ambos casos, lo que falla es la autenticación de la identidad, tanto de los aparatos —frigorífico, almacén o coche— como de las personas. El blockchain posibilita la autenticación de credenciales de identidad de las personas o cosas. Una persona solo necesitará autenticar con privacidad su identidad y la del coche autónomo para aceptar con seguridad el servicio”, aclara Gefaell.
De esta forma, explica que la cadena de bloques permite que el usuario, ya sea una persona o un objeto, “demuestre rápidamente su identidad, perfil, calificación o autorización necesaria para acceder o permitir el acceso a un proceso, una base de datos, una compra condicionada, una instalación, evento, organización, banco, examen, software, web, club, etc., para firmar un contrato convencional o cualquier contrato automatizado, manteniendo en todo momento la privacidad de los datos de las partes, sin necesidad de que los usuarios tengan que compartir toda su información, ni identificarse personalmente”.
También podría revolucionar los procesos de selección y reclutamiento de personal, garantizando de manera fehaciente “las cualificaciones y pertenencia activa a colectivos profesionales”, como detalla el CEO de BlockTac, Es decir, se podría verificar el curriculum vitae de cualquier candidato, acreditando estudios, trayectoria profesional, etc.
Asimismo, puede ser de gran utilidad en el ámbito sanitario, “para asegurar la veracidad y confidencialidad de la información médica relativa al estado de salud del titular de la información”, especifica Guillén.
Igualmente, serviría para modernizar los actuales sistemas de voto a distancia, facilitando el voto electrónico, “para asegurar que las votaciones online tienen lugar de forma segura, inviolable y fácilmente auditable”, comenta.
Un ejemplo de uso de blockchain para la identidad digital en el ámbito es el proyecto Dalion, en el que está implicadas grandes empresas del sector financiero, asegurador y de la energía, así como el consorcio Alastria. Este proyecto pretende ofrecer una identidad autogestionada, de forma que el usuario tengo sus datos concentrados en una sola identidad digital y almacenados en su dispositivo móvil, ejerciendo el control sobre los mismos y decidiendo con quién los comparte en cada momento a la hora de contratar servicios. Así se garantiza la integridad y calidad de los datos, evitando duplicidades y errores. También se protege la privacidad, al no almacenar datos personales en internet. Además, evita la trazabilidad de actividad del usuario en la red.
“Hay muchos creadores de contenidos que no reciben una compensación justa, porque el sistema de propiedad intelectual es deficiente. Por ejemplo, los creadores de música hoy reciben migajas por su trabajo, incluso cuando sus canciones se escuchan millones de veces. Con blockchain, la música puede ser subida a internet de manera segura, añadiéndole un contrato inteligente que no puede ser manipulado ni pirateado. Un smart contract integrado en una canción puede cargar automáticamente desde un centavo hasta miles de dólares, dependiendo de si alguien simplemente escucha la canción en streaming o la incluye en un vídeo promocional”, puntualiza el portavoz de Caelum Labs.
Además, reseña que esto se puede extender a todo tipo de creadores contenidos, como artistas, inventores, científicos, periodistas, etc. “La gran mayoría de ellos hoy en día no reciben una compensación justa por sus creaciones. Con el blockchain tienen un instrumento para conseguirlo y prosperar”, añade.
IBM ha anunciado recientemente que su tecnología blockchain será utilizada por Endesa para detectar lo antes posible a los consumidores que se encuentran en situación de vulnerabilidad severa en riesgo de exclusión social para que se puedan gestionar a tiempo las ayudas que contempla la legislación. Gracias a esta tecnología, la eléctrica recibirá los datos necesarios para verificar al instante si se trata de una persona que cumple con los criterios para beneficiarse del bono social.
Blockchain permitirá que esta información llegue inmediatamente y de manera encriptada, segura, transparente, trazable y respetando la normativa sobre protección de datos y derecho al olvido. De este modo, los ayuntamientos recibirán instantáneamente los datos de las personas que han incurrido en un impago del suministro eléctrico, mientras que los servicios sociales podrán cruzar esta información con su base de datos para contactar con la compañía y evitar un corte del suministro si se constata que se trata de un consumidor que cumple con los criterios para beneficiarse de las ayudas para consumidores vulnerables severos en riesgo de exclusión social.
La tecnología blockchain es una herramienta ideal para este fin, centrándose en el mercado del lujo o de productos de gran valor. Por ejemplo, el CEO de BlockTac señala que se puede emplear para “garantizar autenticidad y trazabilidad de obras de arte, desde el autor hasta los distintos propietarios y transacciones realizadas”.
Igualmente, se podría aplicar a bienes en los que la procedencia es muy relevante, como es el caso de las piedras preciosas, para asegurar que se trata de ‘diamantes de sangre’, obtenidos en zonas de guerra y vendidos para financiar dichos conflictos armados. También puede ser útil en la compraventa de vehículos, conociendo de manera fidedigna quiénes han sido todos los dueños del automóvil.
También se podría utilizar para garantizar que determinado producto de valor añadido —perfume, ropa de marca, etc.— no es una falsificación o procede de importaciones paralelas, por ejemplo.
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