Blackphone, el teléfono de la privacidad, sale a la venta por 629 dólares
MWC 2014. Sus responsables catalogan Blackphone como el terminal perfecto para evitar “vigilancia no autorizada, explotación comercial de los datos de actividad y pérdida de privacidad, seguridad y derechos humanos fundamentales”.
En el Mobile World Congress 2014 hemos visto (y estamos viendo) a Nokia, a Samsung, a Sony, a HTC y a infinidad de grandes nombres de la industria tecnológica, incluido Mark Zuckerberg. Pero también hay sitio para proyectos que están comenzando y que quieren distinguirse pronto de la competencia por cuestiones muy especiales.
Es el caso de Blackphone, una iniciativa que ha surgido de la unión de la española Geeksphone y el especialista en cifrado Silent Circle, que apuesta por las comunicaciones totalmente seguras a través del móvil. O, como ya contaban hace un mes sus creadores, por poner “la privacidad y el control directamente en las manos de sus usuarios”.
De él ya teníamos algunos datos, pero ahora la información sobre este smartphone es amplia y precisa.
Blackphone luce una pantalla IPS de 4,7 pulgadas de tamaño, está alimentado por un procesador de cuatro núcleos a 2 GHz, combina memoria RAM de 2 GB con almacenamiento interno de 16 GB y cámara frontal de 1,3 MP con otra trasera de 8 MP, es compatibles con las redes 4G y soporta Wi-Fi802.11n así como Bluetooth 4.0.
Aunque más allá de sus especificaciones físicas, lo revelante de este teléfono está por dentro.
Blackphone corre una versión de Android bautizada como PrivatOS que recurre a actualizaciones vía SOTA para no dejar colgados a sus usuarios y ofrece aplicaciones tipo Silent Phone, Silent Text, Silent Contacts, almacenamiento seguro en SpiderOak, navegación privada y búsquedas anónimas, entre otras ventajas.
Ahí es precisamente donde radica su magia, en las propiedades de software.
Y es que todas estas prestaciones le permiten evitar “vigilancia no autorizada, explotación comercial de los datos de actividad y pérdida de privacidad, seguridad y derechos humanos fundamentales”, según enumeran ahora sus creadores, lo que lo convertiría en un terminal perfecto para “ejecutivos que viajan en busca de BYOD, familias preocupadas por la seguridad personal y cualquier persona que comprende el valor de la privacidad”.
Aunque ya se han alcanzado acuerdos para distribuir este smartphone a través de diferentes operadoras, los interesados en hacerse con una unidad podrán comprarlo libre a partir de junio.
Y aquellos que no quieran esperar sólo tienen que encargarlo, ya que Blackphone ya está aceptando pedidos por un valor de 629 dólares.