Barcelona Smart City Meeting reune 20 ciudades inteligentes europeas

Barcelona ha sido el escenario estos días del primer Smart City Meeting celebrado en Europa, organizado por Microsoft y Bismart. El objetivo del Barcelona Smart City Meeting es inspirar a los líderes de ciudades -tecnológicos, urbanistas y arquitectos- para desarrollar las ciudades del futuro, para que sean más eficientes y sostenibles.

A este evento han acudido representantes y altos cargos de ciudades una veintena de ciudades con proyectos de smart cities, como Varsovia, Dublín, La Haya o Eindhoven.

Durante dos días, los asistentes al encuentro han podido ver en primera persona proyectos smart city de la ciudad de Barcelona, en campos como open data, gobierno abierto, la plataforma de sensores, iluminación inteligente, riego inteligente, bicicletas eléctricas o nueva red de autobuses de emisiones cero de carbono, entre otros.

Además, Manel Sanromà, presidente de la City Protocol Society y CIO del Ayuntamiento de Barcelona, presentó los objetivos de esta organización mundial de ciudades de confianza: “La City Protocol Society tiene como objetivo crear la Internet de las Ciudades, para compartir soluciones y plataformas, cruzando los silos dentro y entre ciudades, y construyendo un futuro más sostenible”.

También se presentaron plataformas de soluciones reales para este proceso de transformación a ciudades más inteligentes y sostenibles, de la mano de Bismart. Su CEO, Albert Isern, explicó que “las soluciones Big Data transforman el caos de datos que se genera alrededor de las ciudades en un mecanismo de relojería, ayudando a los gobiernos a tomar las mejores decisiones para ser más eficientes, mejorar la calidad de vida y potenciar el desarrollo económico de las ciudades”.

Barcelona ha sido elegida como sede del Smart City Meeting tras su reconocimiento como ciudad más inteligente del mundo en el Smart Global City 2015, evaluado por Juniper Research. Las capacidades inteligentes del tráfico y alumbrado público, junto a aspectos como la capacidad tecnológica y la cohesión social colocaron a Barcelona por delante de Nueva York, Londres y Niza.