Barcelona ha presentado el Proyecto Live, que pretende introducir de forma progresiva automóviles que funcionen con energía eléctrica en la ciudad. La iniciativa cuenta con el apoyo de la Administración pública y el sector privado, con fabricantes como Seat y Nissan, Endesa, la Universidat Politècnica de Catalunya y el Racc, entre otros organismos y empresas.
Jordi Hereu, alcalde de la ciudad, quiere que Barcelona se convierta en “una ciudad de referente mundial” con este nuevo parque de vehículos, una iniciativa que además conlleva implicaciones económicas, medioambientales y de movilidad.
En la primera fase, el proyecto empezará con la puesta en marcha de una flota de servicios municipales con 380 vehículos eléctricos, que estarán en circulación a partir de noviembre. Además, el Ayuntamiento instalará una red de puntos de recarga para las baterías de estos coches, algunos de los cuales estarán en la superficie y otros en aparcamientos subterráneos.
Como informa EP, Ramón Paredes, vicepresidente de recursos humanos de Seat, aplaudió la medida, que fija las bases para que se “pueda realizar una transición ordenada” hacia los modelos que funcionarán en el futuro. Por su parte, Ramon Salsas, el responsable de Relaciones Institucionales de Nissan, recordó que es importante el despliegue de una “red de recarga completa” y que existan “incentivos para comprar estos vehículos, como la exención de alguna tasa”.
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