Los bancos están bien situados para asumir el reto de la moneda digital… en teoría
“Ahora es el momento para que los bancos pasen de la experimentación a la acción”, dice Bain & Company, que ha realizado un estudio sobre ledgers y pagos transfronterizos.
Los bancos, a día de hoy, parten de una buena posición para asumir la transformación que está provocando la moneda digital. Sin embargo, esa buena posición tan sólo es teórica.
Así lo explica Bain & Company, que ha realizado una encuesta entre directivos de entidades financieras, firmas de capital riesgo, compañías tecnológicas, startups y asociaciones internacionales de pago. Un estudio que le ha llevado a concluir que “la mayoría de los bancos” no se encuentra preparada “para mantener el control de los pagos internacionales”.
Aquí entran en juego los ledgers o libros de registro distribuidos y la tecnología blockchain que registran las transacciones realizadas en la red, pudiendo ser consultadas en cualquier momento por cualquier persona. Y que, dice Bain & Company, entregan un sistema fiable y veloz para pagos de carácter transfronterizo.
“El cambio no será fácil para los bancos. Reconocen que la tecnología de los ledgers distribuidos tiene el potencial de mejorar la velocidad, la transparencia y la eficiencia con la que se realizan los pagos, pero la estructura actual del mercado les da un incentivo poderoso para mantener su rumbo”, explica Glen Williams, responsable del sector de pagos de Bain & Company y que ha participado en el informe.
Williams cree que “los participantes no se unirán a una red hasta que tenga suficiente alcance, pero el alcance se consigue sólo con una participación amplia”. En este sentido, el director del equipo de pagos de Bain en EMEA, David Gunn, coautor de la investigación, indica que justo “ahora es el momento para que los bancos pasen de la experimentación a la acción”.
“A pesar de las dudas de muchos bancos, existen evidencias de que las compañías están encontrando formas de superar los obstáculos técnicos y las barreras de adopción para evitar quedarse atrás. La oleada de inversiones en startups de divisas digitales indica claramente que los canales de pago están generando un nuevo grado de interés, y los nuevos competidores están cambiando las expectativas del cliente. La innovación está entre nosotros, y no hacer nada no es una opción viable”, insiste Gunn.
Entre los obstáculos que provocan un desequilibrio entre la teoría y la práctica se encuentran la desconfianza sobre la escalabilidad, temas de privacidad y la propia volatilidad o la gobernabilidad de las divisas digitales no fiduciarias. Así, muchas entidades financieras se quedan ancladas en los experimentos.
Bain & Company calcula que aquellos bancos que pierdan el tiempo y no acoplen sus operaciones a la realidad de la moneda digital arriesgarán ingresos de más de 150.000 millones de dólares.