El anunciado lanzamiento de Windows 7, el próximo sistema operativo de Microsoft que sustituirá al impopular Vista, ha venido acompañado de promesas de recuperación para la industria del PC.
Sin embargo, según el propio CEO de Microsoft, Steve Ballmer, esta nueva plataforma ayudará a recupera las ventas ligeramente. “Habrá un aumento de PC pero probablemente no será enorme”, ha confesado el directivo.
Aunque la llegada de Windows 7 ha sido una de las más aclamadas por los usuarios, sobre todo tras el fracaso de Vista, el sector ha preferido mantenerse cauto hacia este nuevo sistema operativo. Una encuesta de ScriptLogic reveló que seis de cada diez empresas no pensaban migrar a Windows 7, en parte por reducir los costes asociados y en parte por evitar los posibles problemas de compatibilidad con los sistemas con los que trabajan actualmente.
Según Ballmer, el sector tecnológico está empezando a crecer de forma muy lenta y llevará mucho tiempo volver a alcanzar los niveles anteriores a la recesión.
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