La empresa que lo ha desarrollado es la holandesa De Café Racer y permite el transporte de 10 niños y un adulto encargado del volante y de que ningún chavalín se escaquee.
Por un lado la idea está muy bien porque quita energía a los niños para que no se rebelen, de una manera más eficaz que las típicas canciones. El problema es que si surge un motín y se niegan a pedalear, el uso de látigo y bongos no es factible, así que ante esa situación también incluye un motor eléctrico.
Por ahora sólo está disponible en Holanda y se trata de un prototipo, pero quién sabe, lo mismo colegios de todo el mundo lo adoptan y las calles dejan de colapsarse con coche de padres llevando a sus hijos al cole. [DeCafeRacer]
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