Australia impone a Google una multa de 60 millones de dólares
La Justicia ha determinado que la compañía engañó a usuarios de Android respecto a la recopilación de sus datos de ubicación.
Google tendrá que pagar una multa de 60 millones de dólares impuesta por las autoridades australianas tras haber determinado que la compañía engañó a consumidores de teléfonos Android acerca de la recopilación y el uso de sus datos de ubicación.
En concreto, habría dado a entender que la cuenta de Google sólo aprovechaba este tipo de información a través de la configuración “Historial de ubicaciones”. La realidad es que “Actividad web y de aplicaciones” también lo hacía. Al menos así sucedió entre enero de 2017 y diciembre de 2018, afectando a alrededor de 1,3 millones de cuentas en el país oceánico.
El caso se remonta a octubre de 2019, cuando la Comisión Australiana de Competencia y Consumo (ACCC) inició el proceso contra Google por esta infracción. Año y medio después, en abril de 2021, el Tribunal Federal determinaba que había incumplido la Ley del Consumidor. Ahora todo se resuelve con el anuncio de la sanción.
“Esta importante sanción impuesta hoy por el Tribunal envía un fuerte mensaje a las plataformas digitales y otras empresas, grandes y pequeñas, de que no deben engañar a los consumidores sobre cómo se recopilan y utilizan sus datos”, valora la presidenta de la ACCC Gina Cass-Gottlieb.
Los 60 millones de dólares australianos son, al cambio, más de 42 millones de dólares estadounidenses y de 41 millones de euros.
“Google, una de las compañías más grandes del mundo, pudo mantener los datos de ubicación recopilados a través de la configuración de ‘Actividad web y de aplicaciones’ y esos datos retenidos pudieron ser usados por Google para orientar anuncios a algunos consumidores, incluso si esos consumidores tenían la configuración del ‘Historial de ubicaciones’ desactivada”, detalla.
Cass-Gottlieb recuerda que “las empresas deben ser transparentes sobre los tipos de datos que recopilan y cómo se recopilan y se pueden usar, para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas sobre con quién comparten esos datos”.