Auna aprueba la venta de la división de cable a Ono
También se ha dado luz verde a la escisión parcial del holding a favor de una sociedad de responsabilidad limitada de nueva creación.
La junta general extraordinaria de accionistas del grupo Auna, presidida por Luis Alberto Salazar-Simpson, ha aprobado por unanimidad la venta de la totalidad de acciones de Auna Telecomunicaciones a Ono. En esta reunión se ha aprobado también la escisión parcial del holding a favor de una sociedad de responsabilidad limitada de nueva creación, que recibirá la totalidad de las acciones que pertenecen a Grupo Auna en las sociedades Hispasat y Quiero TV.
En la nueva empresa se incorporarán los activos que aún no se han vendido, entre los que figura una participación del 17,64 por ciento de Hispasat y lo que queda de Quiero TV, valorada en más de 23 millones de euros.
La compañía cesará en su actividad tras vender sus activos de telefonía móvil a France Télécom, cuya aprobación queda pendiente para otra junta extraordinaria.
Al hilo de esto, Auna decidió retrasar en una o dos semanas el proceso de reparto de su plantilla entre las dos empresas compradoras, que se complica por la situación del colectivo de 740 trabajadores pertenecientes a Auna Operadores, que presta servicio a las dos divisiones del grupo, según informan fuentes sindicales.
La plantilla actualmente dedicada a la división de telefonía móvil, unos 1.750 trabajadores fijos, serán trasladados directamente a Amena, mientras que entre 2.000 y 2.300 trabajadores fijos de la división de telecomunicaciones irán a Auna Telecomunicaciones.
El reparto del tercer colectivo de trabajadores que, en principio, tendría que estar cerrado en las primeras semanas de octubre, según explicó la compañía al comité de empresa, se está decidiendo a partir de las funciones que estaba desempeñando cada trabajador en este momento. Así, 400 trabajadores irán a Amena, es decir, a France Telecom, y los 340 restantes quedarán en Auna Telecomunicaciones, es decir, a la nueva filial de Ono.
Los 95 encargados de la gestión de las grandes cuentas del grupo segregado, incluidos en este colectivo de 740 empleados, irán a parar mayoritariamente a Auna Telecomunicaciones, mientras que sólo dos o tres trabajadores de este colectivo, encargados de la cuenta de servicios de telefonía móvil de la Generalitat, irán a Amena.