AT&T califica a Google de hipócrita en su postura de neutralidad en la Red
En una carta enviada a la Comisión Federal de Comunicaciones estadounidense, AT&T (la primera operadora mundial por beneficios) acusa a Google de violar el cuarto y el quinto principio de la normativa de comunicaciones por Internet, argumentando que Google Voice bloquea el servicio de voz en algunas comunidades rurales.
“Este bloqueo, no se corresponde con los alardes de Google sobre neutralidad en la Red que pide para sus competidores”. “También incumple otro de los principios que ha defendido con tanto fervor, el de la no discriminación”, dicen desde AT&T.
Google explicó que el bloqueo en esas zonas es por el cargo que aplican las operadoras locales de telefonía, unas 100 veces superiores a las habituales en las llamadas de larga distancia.
Curiosamente, esta misma situación fue denunciada el pasado año por AT&T y Verizon ya que sus clientes tienen tarifas planas y las operadoras deben pagar “de su bolsillo” cargos adicionales en este tipo de llamadas. Llamadas que por Ley tienen prohibido bloquear.
AT&T se queja ante la FCC “la falacia que supone regular únicamente para las operadoras y no para los proveedores de aplicaciones, servicios y contenido”, aunque el regulador no tenga competencia en este tema.
El trasfondo de todo este asunto es Google Voice, un servicio de comunicaciones que asusta a las operadoras y a sus ingentes ingresos, a pesar que Google siempre ha declarado que su servicio era un complemento y no una alternativa al que ofrecen las operadoras. Tampoco hace gracia a las operadoras la petición de Google de obligar a crear una red abierta a la compañía que se quede con los derechos de uso de la banda de “espacios en blanco” de 700 MHz.
Las operadoras desconfían de Google y como vemos le tienen ganas, algo que vimos hace poco con la censura de Google Voice en el iPhone, asunto que precisamente investiga la FCC y que fue impuesto por AT&T a Apple. Un servicio de Google, al igual que otros como Skype que ponen en riesgo la cantidad –abusiva para muchos- de beneficios de las operadoras. Esperemos que los reguladores apuesten –por una vez- por los ciudadanos y que las operadoras entiendan que eso del “teléfono 2.0” ha llegado para quedarse.