Cinco horas con Assange
WikiLeaks publica las conversaciones entre el presidente de Google, Eric Schmidt, y Julian Assange, mantenidas en 2011.
Imagina que en una habitación se encuentran el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, y el ex CEO de Google, Eric Schmidt. Aunque empieza como tal, no es un chiste, sino algo que pasó hace ya dos años. En el momento del encuentro, Assange se encontraba en arresto domiciliario en Inglaterra. La cita secreta entre ambas figuras, de 5 horas de duración, ocurrió en junio de 2011, pero Wikileaks acaba de publicar su transcripción.
Su liberación es previa al lanzamiento del libro ‘New Digital World’, una obra escrita por Schmidt y Jared Cohen (antiguo consejero político y director de Google Ideas) que se lanzará la próxima semana. El encuentro con Assange era, en parte, una pequeña parte del proceso de documentación del libro.
Schmidt ha demostrado ser uno de los mayores defensores de Internet y la libertad de expresión. Por su trayectoria y sus palabras amables a Assange, está claro que hay cierta simpatía del presidente de Google hacia WikiLeaks y su creador.
Cinco horas de charla entre dos personajes tan importantes para el mundo tecnológico dan para mucho. El encuentro comenzó tratando el asunto de la red Tor o red oscura, una red paralela a Internet que garantiza el anonimato de sus usuarios y la censura por parte de los gobiernos, y fue derivando a otros temas. Assange incluso le explica al presidente de Google el concepto de Bitcoin, la moneda virtual de moda en las últimas semanas.
Schmidt quiso preguntar a Assange porque sus cables son en su mayoría de países occidentales y no suele haber demasiados documentos sobre regímenes opresivos. El creador de WikiLeaks reconoce que han obtenido “un poco de buen material africano”, pero señala la dificultad de que muchos países no utilizan el inglés para hablar de negocios o las comunicaciones con el gobierno o simplemente “no están conectados en red”.
Durante la conversación, Assange incluso compara WikiLeaks conYouTube, por la vasta información que ambos servicios manejan y que no son capaces de filtrar hasta después de su publicación. Assange incluso bromea, señalando que no le importaría “una fuga de documentos e información de Google”. Aunque quizás no es lo que Assange esperaba sí que es cierto que Google ha comenzado a liberar informes de transparencia en los últimos años.