ASIMELEC gana posiciones en el sector medioambiental
Ya se han gestionado 2.000 toneladas de residuos tecnológicos en cumplimiento de la normativa de gestión de aparatos eléctricos y electrónicos.
Las Fundaciones medioambientales de ASIMELEC (Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica y Comunicaciones) han alcanzado las 260 empresas adheridas a sus tres sistemas integrados de gestión (SIG): Tragamóvil, Ecofimática y Ecoasimelec. Estas compañías se han adherido a los distintos SIGs de ASIMELEC en cumplimiento de lo establecido por el Real Decreto 208/2005 en materia de gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. De esta manera, las Fundaciones de ASIMELEC se consolidan como los SIGs de referencia dentro del sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC).
Cada una de las tres fundaciones medioambientales de ASIMELEC ofrece respuestas a las necesidades de las empresas productoras de aparatos eléctricos y electrónicos de los sectores de telefonía y comunicaciones, ofimática, informática, fotografía, equipos médicos o vigilancia y control, entre otros. Hasta la fecha, estos tres SIGs han gestionado 2.000 toneladas de residuos tecnológicos, impidiendo que su destino fueran vertederos o lugares inapropiados, contribuyendo así al cumplimiento de los objetivos de recogida selectiva, valorización y reciclado establecidos en la legislación vigente. Además, estas entidades han implementado una plataforma web común de gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (http://raee.asimelec.es), que facilita a las organizaciones adheridas la comunicación con las autoridades competentes y la organización de la recogida de los distintos residuos.
Los SIGs de ASIMELEC afrontan los retos que supone la promulgación del Real Decreto 208/2005 sobre Aparatos Eléctricos y Electrónicos y la Gestión de sus Residuos, en vigor desde el pasado 13 de agosto. Esta normativa ha establecido la obligatoriedad de su recogida selectiva para asegurar un tratamiento medioambientalmente adecuado de sus componentes potencialmente contaminantes y fomentar el reciclado de materias primas. El Real Decreto asume la creciente importancia de los residuos de naturaleza tecnológica que son generados por los ciudadanos. Se estima que cada ciudadano de la Unión Europea genera anualmente 14 kilos de “basura tecnológica”.