Una entrevista de trabajo en Google puede convertirse en “pesadilla”
Ya se conocen las grandes ventajas de trabajar en Google y la atención que se presta al empleado y a su bienestar. Pero este ejemplo a seguir en cuanto a prácticas de recursos humanos, esconde detrás un duro (y curioso) sistema de contratación.
Los de Mountain View se decantan por las universidades más distinguidas de Estados Unidos, que se conocen como Ivy League; actualmente una conferencia deportiva formada por ocho universidades privadas, pero que antaño hacía referencia a un grupo de universidades que tienen algo en común: elitismo, admisión selectiva y grandes porcentajes académicos de excelencia.
También se preocupan de la nota media obtenida durante los años de estudio, aunque el candidato haya superado los 30 años.
Estas entrevistas de trabajo se conocían pues como una “auténtica pesadilla” por parte de algunos empleados que lo intentaron. Rompecabezas o preguntas que podían parecer estúpidas en un inicio eran algunas de las prácticas habituales. No obstante, según informa Business Insider, Gayle Laakman McDowell, antiguo trabajador de Google, encargado de contratar empleados, asegura que estas prácticas se han “prohibido”.
Sobre los rompecabezas McDowell considera que si ahora un entrevistador pregunta a un potencial empleado sobre un rompecabezas, el comité de contratación no tendría en cuenta esta información y “enviaría una nota al entrevistador diciendo que no haga preguntas tan estúpidas”.
Algunas de las preguntas que se hacían para trabajar en Google iban acompañadas de fotos. Así, se mostraba al empleado una foto de un autobús y le preguntaba: “¿Cuántas pelotas de golf entrarían en este autobús escolar?”.
Las preguntas son diferentes en función del puesto que se ofrece. A un ingeniero de software se le podría preguntar sobre “¿por qué son redondas las tapas de las alcantarillas?” o a un aspirante a director de producto se le podría pedir “explicar lo que es una base de datos en tres frases a tu sobrino de 8 años”.