Arx Fatalis
Lo enterrado no significa necesariamente muerto. El mundo de Arx Fatalis
está muy lejos de estar en ese estado, y este ejemplar puro de RPG nos
hará disfrutarlo intensamente.
De vez en cuando uno se lleva sorpresas agradables cuando le llegan
juegos con la etiqueta rol aplicado a él. A pesar de las muchas
tonterías que suelen decirse en algunos medios de comunicación sobre la
versión pura de este tipo de juegos, es uno de los tipos que permiten
mayor inmersión en la historia, además de cultivar la creatividad y la
intuición.
Arx Fatalis es, afortunadamente, un excelente ejemplo
de esto: tomemos una historia intrigante y compleja, mezclémoslo con una
buena base técnica, combates intensos, un completo y extenso sistema de
magia y tendremos en nuestra mano un RPG de pata negra, capaz de
mantenernos horas y horas delante de nuestra Xbox.
El punto
fuerte (muy fuerte en verdad) es la jugabilidad: todo el esqueleto
clásico de los juegos de rol está excelentemente implementado, desde la
creación del personaje, que nos permite elegir una cierta filosofía que
iremos desarrollando durante el juego, hasta la forma de interactuar con
el entorno. Es quizá en este aspecto donde más puede uno sorprenderse:
las posibilidades de mezclar objetos, crear otros desde materias primas
y en general, modificar el entorno son impresionantes.
Quizá el
nivel gráfico es, aun siendo bueno, el que menos destaca dentro de este
título. El nivel de detalle de los decorados por los que nos movemos,
los personajes con los que nos comunicamos y las criaturas que
exterminamos quizá pueda resultar un poco simple en principio. Esto, sin
embargo, no desmejora en absoluto el juego, ya que aun no siendo
espectacular, resulta efectivo en su tarea, especialmente a la hora de
lanzar sortilegios. El sonido está quizá un poco más cuidado, tanto en
el doblaje al castellano (de gran calidad) como en la música de
acompañamiento como la gran cantidad de detalles sonoros con los que nos
iremos sorprendiendo durante el desarrollo.
Los jugadores que
hayan disfrutado de, por ejemplo, alguno de los títulos como Elder
Scrolls, se sentirán como en casa con Arx Fatalis, aunque no tendrán esa
misma sensación de libertad de acción en la trama. El detalle de que la
acción se desarrolle en un mundo subterráneo (lo que hace que el juego
sea puro dungeon como las primeras entregas de los míticos Eye of the
Beholder), también distancia el estilo de este nuevo título. En
cualquier caso, cualquier amante de los juegos de rol disfrutará
enormemente con este título, al igual que cualquier poseedor de la
consola de Microsoft que desee sumergirse en un gran juego en todos los
sentidos.
Julio Canto