Arte contra burocracia
La propuesta comunitaria de la unificación de licencias musicales abre una nueva perspectiva a un sector con profundas trabas por anquilosamiento.
Desde hace años no dejamos de escuchar noticias acerca de la profunda crisis que atraviesa la industria discográfica. Todas las culpas y acusaciones han tenido como objetivo la piratería y todas las medidas paliativas se han dirigido al combate de la misma. Lógicamente este es un punto sobre el que la industria debe perseverar y combatir desde un buen número de frentes, aunque sin confundir las copias de usuarios con las destinadas a la venta.
Por otro lado, la fragmentación política de Europa siempre ha supuesto un obstáculo para hacer frente a la saturación a la que nos tienen acostumbrados las compañías estadounidenses, que compiten mejor que las propias europeas en un entorno como el que tenemos en la actualidad.
Si sale adelante la medida, podremos contar con un espacio cultural más centrado en la creación y distribución a través de Internet. De ese modo la música mirará directamente al futuro, y el futuro es Internet.