Arrestada por cuatro palabras
El afán por controlar hasta la última esquina de lo que se mueve en una nación tiene consecuencias desastrosas. Como muestra, lo que le ha ocurrido a la china Cheng Jianping. Según denuncia la página ReadWriteWeb, tan sólo cuatro palabras en Twitter le han bastado al gobierno de su país para enviarla a un campo de “re-educación”.
En su intervención, la joven se limitó a “re-twittear” un tweet originalmente escrito por su novio, Hua Chunhui, hacía algunos meses. En él, el joven criticaba el afán de enfrentamiento que el gobierno chino buscaba con Japón, sugiriendo que si éste fuera real, se destrozaría el pabellón japonés de la Expo de Shanghai. Su novia remitió a su declaración añadiendo un irónico “¡A la carga, juventud!”. Pero el gobierno de su país no entiende de sutilezas lingüísticas. Sus palabras han sido consideradas como un llamamiento a la violencia y la joven ha sido arrestada y condenada a un año de trabajo rural.