Los distintos reguladores de la competencia en los mercados, con sus objeciones a la operación, parecen ser los que finalmente han hecho tomar la decisión a Nvidia de cancelar su intento de compra de ARM.
Tanto en Reino Unido y Estados Unidos, con sus respectivos organismos reguladores, como la Comisión Europea con el suyo propio, se han mostrado disconformes con la operación debido a los riesgos que la misma podría suponer. La causa es que ARM diseña microchips para distintas marcas, entre las que se incluye la propia Nvidia, y se teme que esta circunstancia pueda suponer un desequilibrio en el sector.
Bien porque Nvidia trate de sacar ventaja de ser la propietaria de ARM priorizando sus encargos, dilatando los de la competencia, aumentando los precios o fomentando acuerdos de exclusividad que distorsionen las operaciones del resto de marcas, la operación no era bien vista por los organismos reguladores.
Finalmente tanto Nvidia como SoftBank Group (propietario de ARM) han tomado la decisión de cancelar la operación, anunciándolo mediante un comunicado. En el mismo además SoftBank Group ha anunciado que ARM pasará a cotizar en la Bolsa de Londres antes del 31 de marzo de 2023, fecha en la que termina su próximo año fiscal.
Nvidia anunció su intención de adquirir ARM en el año 2020 en una operación que de haberse llevado a cabo hubiera rondado los 40.000 millones de euros. Una vez cancelada, ARM obtiene los 1.250 millones de euros abonados por Nvidia en concepto de reserva.
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