Area 51
Con una presentación digna de un episodio de Expediente X, nos llega Area 51 para PS2, un shooter divertido aunque no venga a competir por el título de rey de la montaña.
Ethan Cole, un miembro de un grupo de fuerzas especiales del ejército, entra junto a sus compañeros en un enorme búnker de la famosa Area 51. Por lo visto ha habido una brecha de seguridad en la contención de ciertos residuos biológicos y algunos soldados se han visto afectados. Por el momento la cosa no cambia mucho respecto a las misiones habituales del grupo de Ethan, pero cuando se pongan manos a la obra, descubrirán que nada de lo que han visto antes les prepara para el horror que van a tener que vivir.
Como bien puede adivinarse, Area 51 no llega ni con una trama especialmente compleja ni con pretensiones de superar a Woody Allen en el apartado de mejor guión. Sin embargo, los desarrolladores han conseguido un excelente juego, con buena manejabilidad a la hora de combatir (lo cual ya es mucho decir teniendo en cuenta las obvias limitaciones del mando de la PS2), y un entorno coherente.
A nivel técnico también se ha hecho un buen trabajo, con buenos modelos tanto para los personajes del grupo como de los enemigos que iremos liquidando. Quizá más destacable es el trabajo realizado a la hora de reproducir los diferentes niveles del monstruoso búnker por el que nos moveremos, aunque el desarrollo sea bastante lineal y no tenga ninguna dificultad a nivel exploración. El sonido es igualmente interesante, con una banda sonora espesa y efectos de sonido puestos de la forma más adecuada para darnos pequeños sustos que enseguida aliviaremos con el regular traqueteo del sonido de nuestros fusiles de asalto.
Desde luego, es a nivel jugabilidad donde el juego destaca. El personaje se mueve de forma bastante ágil, disponemos de un buen arsenal de armas y enemigos sobre las que utilizarlas. El personaje realmente anda sobrado ya que en muchas ocasiones irá dando amor a sus enemigos con armas en ambas manos, lo que favorecerá la cadencia de tiro y con ello la velocidad con la que nos desharemos de los contrincantes.
Aunque normalmente nuestra preocupación sólo será la de ir avanzando y hacer pedazos a los enemigos con toda clase de píldoras de plomo, en ocasiones nos veremos en situaciones en las que tendremos un tiempo limitado para hacer determinadas acciones, o en general teatros de operaciones en los que tendremos que, o bien forzar un poco más la marcha, o exprimirnos ligeramente el cerebro para dar con la situación táctica adecuada. En cualquier caso, a mitad de juego hay un pequeño giro en la trama que le da bastante interés tanto al desarrollo como al modo de disfrutar el juego.
Como resumen, Area 51 no es un juego que vaya a hacer historia en ninguno de sus apartados, pero si es un juego muy divertido, con un gran nivel de adicción, y que resulta una compra interesante especialmente para los aficionados al género.