Apple ya trabaja en un futuro con sus dispositivos fabricados con titanio
El titanio podría sustituir al aluminio como base de una futura (y quizá no demasiado lejana) nueva generación de todo tipo de dispositivos de la marca: móviles, tablets, ordenadores portátiles y de sobremesa…
Una forma de clasificar las “eras” de desarrollo tecnológico podría ser analizando los materiales que se usan con más profusión.
En el caso de Apple (pero en parte podría aplicarse a otras marcas) los primeros pasos se basarían en la madera que constituía la carcasa del primer ordenador nacido en un garaje y alumbrado por Steve Jobs y Steve Wozniak. No tardaría en incorporarse el plástico, co distintas composiciones, aspectos y texturas a lo largo de los años, hasta llegar a la combinación de cristal y metal actual.
En 2011 Jobs presentó el MacBook Air, fabricado en aluminio, dando con ello inicio a esta “era” en la que actualmente sigue la marca de Cupertino. Pero esto podría cambiar en un plazo no demasiado lejano. Apple estaría explorando ya la posibilidad de iniciar la era del titanio.
Hoy podemos encontrar la base del aluminio en lo ordenadores iMac y MacBook, en los iPad y los iPhone, en el reloj Apple Watch y los auriculares AirPods Max… y de un modo gradual, con una transición suave y progresiva, esto podría cambiar en pocos años y que todo ese aluminio pasase a ser titanio.
Todas estas posibilidades se fundamentarían en una patente de Apple sobre el método para conseguir una superficie de titanio más granulada.
Una razón de peso
Podría parecernos contraintuitivo el hecho de que, como a igualdad volumen el titanio es más pesado que el aluminio, no sea un contrasentido apostar por un material que haría más pesados nuestros dispositivos móviles. Pero precisamente asociado a ese peso va una resistencia mucho mayor. Lo que permitiría dispositivos con carcasas igual de resistentes que las actuales pero sensiblemente más delgadas y con mejor necesidad de refuerzos en la estructura.
Alternativamente, con las mismas dimensiones que los dispositivos actuales podríamos tener más espacio interior, lo que redundaría en baterías más grandes que nos den más autonomía. También permitiría nuevas generaciones de pantallas que pese a un grosor mayor no aumenten las dimensiones totales del dispositivo.
El acabado del titanio
La mencionada patente recoge el método para obtener una superficie en el aluminio no completamente lisa, es decir, que exista un ligero acabado granulado, que es el habitual en los ordenadores y tablets Apple.
La razón para este acabado no es puramente estética, sino que ese ligero granulado de la superficie de un MacBook o un iPad permite mejorar la protección pero sobre todo minimizar los posibles defectos del metal. Por eso resulta tan relevante, en un marca tan obsesionada con la perfección, los pequeños detalles y la armonía estética, conseguir este dominio en el acabado de lo materiales.
Por otra parte resulta un proceso complejo el lograr ese acabado en los materiales, en este caso en el titanio, de ahí el interés en protegerlo mediante una patente una vez alcanzado el objetivo.