Apple no está acostumbrada a que las cosas le salgan mal. No al menos en los últimos 5 años, desde el lanzamiento del primer iPhone que revolucionó la totalidad de la industria.
Un momento. No tan rápido. ¿Los problemas del fenómeno antennagate? ¿Y los iPhones incendiarios? ¿Y el fin de la inmunidad de Mac ante los virus? Bueno. Han sido problemas que el gigante ha toreado y de los que ha salido airoso, siempre amparado por el éxito de sus dispositivos y el volumen de capitalización en el mercado.
Pero el caso de Maps es bien diferente. La herramienta cartográfica ha causado un auténtico revuelo en Cupertino. Tanto es así que ya hay dos despidos relacionados directamente con este fracaso.
Primero fue Scott Forstall, máximo responsable de iOS que supuestamente tras haberse negado a pedir perdón por el error, que abandonará Apple en 2013. El más reciente es Richard Williamson, supervisor del desarrollo de la controvertida herramienta.
Eddy Cue, el responsable de Mapas ahora, está acelerando el paso y reuniendo todos los factores necesarios para mejorar la aplicación. Bloomberg habla de reuniones con consejeros y expertos en tecnologías de mapas.
Apple pisa el acelerador mientras su principal rival Google ya tiene en el mercado una aplicación muy competente que perfecciona eventualmente y ultima la versión para iOS. El propio Eric Schmidt advertía del gran esfuerzo e inversión que supone la creación de una herramienta de estas características.
Nokia llevó recientemente Here, su apuesta de Mapas, al ecosistema iOS.
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