La guerra entre estos dos gigantes (y socios en algunos negocios) se desató cuando Apple demandó a Samsung por copiar el estilo de sus smartphones y tablets en la gama Galaxy S y Galaxy Tab.
La compañía asiática respondió presentando con una demanda por violación de patentes.
El primer país en tomar una determinación en este asunto ha sido Estados Unidos a través de un fallo de un tribunal federal que obliga a Samsung a mostrar sus dispositivos a Apple y dejar que sean analizados, algunos de ellos antes de comenzar a comercializarse.
Los primeros productos en someterse al examen deben ser el Galaxy Tab 8.9, el smartphone Droid Charge, el Galaxy S II, Infuse 4G y el Galaxy Tab 10.1.
El juez establece que estos dispositivos serán estudiados por el equipo legal que Apple ha destinado a este caso para determinar si existe copia en el diseño, y recalca que no podrán ser facilitados a otros miembros de la compañía para evitar las posibles filtraciones.
Si tras este minucioso examen concluyen que los dispositivos de Samsung son una copia del iPhone y del iPad podrían llegar a prohibir su venta en Estados Unidos.
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