A pesar de que estaba previsto que el último modelo del iPhone viniera con una pantalla de cristal de záfiro, la mala situación financiera de GT Advanced, actualmente en protección por bancarrota, hizo que la empresa no pudiera proporcionar a Apple el suministro acordado.
Ahora, la compañía de Tim Cook ha anunciado que se ha quedado con la fábrica que poseía GT Advanced en el estado de Arizona.
Los planes de Apple pasan por reconvertir las instalaciones en un centro de datos para sus redes globales, una operación a la que se destinarán 2.000 millones de dólares, informan en la CNBC.
Además, como ha publicado el Doug Ducey, gobernador de Arizona, se espera que cuando esté operativa trabajen allí 150 empleados a tiempo completo, y durante el proceso de construcción, contratarán entre 300 y 500 trabajadores.
Las nuevas instalaciones de Apple serán equipadas con energía renovable como única fuente de energía, y en ese sentido se ha precisado que se apostará por placas solares.
Desde la empresa californiana han asegurado que esta es una de las mayores inversiones que han hecho en su historia, y se han felicitado por los numerosos puestos de trabajo que se crearán.
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