Apple, Samsung y Sony, denunciadas por Amnistía Internacional
Se les acusa de no asegurarse de que sus baterías no contienen cobalto extraído por trabajadores menores de edad en las minas africanas.
Amnistía Internacional ha comenzado una campaña para denunciar el empleo de niños en las minas de cobalto del Congo. Este mineral es utilizado en las baterías de iones de litio que alimentan los teléfonos inteligentes y otros dispositivos electrónicos.
La ONG denuncia que “empresas como Apple, Samsung, Microsoft, Volkswagen y Sony no comprueban que en sus productos no se utilice cobalto extraído con mano de obra infantil”. Amnistía Internacional exhorta a estas compañías a que comprueben si existe trabajo infantil en sus cadenas de suministro de cobalto. Y pide a los consumidores que les exijan que lo hagan.
“Millones de personas disfrutan de los beneficios de las nuevas tecnologías, pero rara vez se preguntan cómo se hacen. Ya es hora de que las grandes marcas tengan alguna responsabilidad en la explotación de las materias primas con las que hacen sus lucrativos productos”, declaró Mark Dummett, investigador de empresas y derechos humanos de Amnistía Internacional.
El informe de AI se centra en particular en la República Democrática del Congo, que produce la mitad del cobalto del mundo. Cerca de 40.000 niños, algunos de sólo 7 años, trabajan en minas en la parte sur del país, en condiciones peligrosas. Los niños entrevistados para el informe señalaron que trabajaban hasta 12 horas al día en las minas, a cambio de entre 1 y 2 dólares por día, informa CNET.
La denuncia de Amnistía Internacional puede suponer un daño serio a la imagen pública de Apple, Samsung o Sony. Las tres empresas aseguran tener una política de tolerancia cero hacia el trabajo infantil, pero sus proveedores han sido denunciados por este asunto en anteriores ocasiones.
Desde Samsung respondieron que “si se encuentra una violación de nuestra política, los contratos con proveedores que utilizan trabajo infantil se darán por terminado inmediatamentte”. La compañía añadió que prohíbe el uso de minerales procedentes de zonas de conflicto, pero que debido a los acuerdos de no divulgación de los proveedores, era “imposible” para determinar si el cobalto utilizado en sus productos se originó en la zona del Congo.