Este es el último capítulo de la guerra que enfrenta a Apple y Samsung desde hace varios meses con continuas demandas por violación de patentes y plagio.
El objetivo de Apple es muy claro: acabar con la competencia que suponen los smartphones y tablets Galaxy por la vía legal, tratando que se prohíba su venta por un supuesto plagio en el diseño.
Los de Cupertino han logrado que se paralice la distribución del Galaxy Tab 10.1 en Holanda y Alemania de forma temporal, aunque no han conseguido que el tablet deje de comercializarse en todos los países europeos tal y como se proponían.
Pero las verdaderas intenciones de Apple van mucho más allá ya que según publica Webwereld, el objetivo de la demanda interpuesta contra Samsung ante el tribunal de La Haya es que se prohíba la venta de todos los smartphones de la gama Galaxy así como de todas las tabletas Galaxy Tab 10.1 en cualquier país europeo.
Por si esto fuera poco los de Cupertino exigen a Samsung que se ponga en contacto con todos sus distribuidores para pedirles que devuelvan todo el stock de dispositivos Galaxy la compañía coreana en un plazo de 14 días.
Apple advierte de que aquellos distribuidores que no sigan estas instrucciones serán acusados de un delito contra la propiedad intelectual.
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