El Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio de EEUU están investigando las prácticas de negocio de Apple en relación a su próximo servicio de streaming de música.
Al parecer, el gigante tecnológico ha estado presionando a los principales sellos discográficos para obligar a los servicios de streaming como Spotify a abandonar sus ofertas gratuitas, tal y como recoge The Verge.
La música en streaming gratuita se instaló en el mercado cuando en 2009 Spotify estrenó su servicio basado en un modelo en el que genera ingresos por publicidad.
Aunque en un primer momento las discográficas acogieron esta fórmula como un aliado en el mercado, parece que ahora están cambiando de opinión.
Pese a que empresas como Spotify y Pandora pagan regalías y derechos de licencia (de los ingresos por publicidad), la disminución de las descargas digitales y los pocos suscriptores de pago en los servicios de streaming han llevado a la conclusión de que el streaming gratuito ha enseñado a los consumidores que la música es gratis y supone una amenaza para la industria.
Las discográficas se han vuelto contra Spotify y Google pero miran al nuevo servicio de Apple como la próxima gran esperanza en la industria.
En 2014 Apple adquirió Beats por 3.000 millones de dólares, incluyendo su servicio de streaming Beats Music con un elenco de estrellas de la música que ahora trabajan para los de Cupertino.
Además, Apple ha tendido la mano a los artistas con la posibilidad de tener sus propios canales en su servicio de streaming.
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