Las conversaciones entre Apple y Comcast estarían aún en un estado preliminar con vistas a una futura (y no demasiado lejana) colaboración gracias a la consola multimedia de la manzana mordida, que quizá tenía pendiente ocupar un lugar algo más importante en el salón de casa.
Ya en 2010 el propio Steve Jobs explicaba el que consideraba que era el principal problema con el mercado televisivo (refiriéndose al ámbito estadounidense): “no hay un operador de cable nacional sino que hay todo un conglomerado de ellos, y no sucede como con la telefonía GSM en que construyes un teléfono móvil y puede funcionar en todos los países del mundo. No todos los países funcionan con el mismo estándar, es una especie de torre de Babel… no, esa no es la palabra adecuada. Balcanizado, esta muy balcanizado”.
Apple parece tener claro su modelo de distribución de contenido televisivo con la Nube como base y con Internet como medio para hacer llegar películas, series, documentales… en directo y también bajo demanda con un interfaz de usuario de sencillo manejo y funcional diseño, pero a pesar de ello debe ponerse de acuerdo con una industria que tiene su modelo muy asentado y no parece estar especialmente predispuesta a perder su miedo al cambio. Ahí es donde llega Comcast como empresa que en Estados Unidos se encarga de llevar Internet y televisión a millones de usuarios.
El acuerdo permitiría vincular la red de conexiones y usuarios con el sistema para hacer llegar los contenidos a través del dispositivo y la plataforma. Comcast pone el cable y los de Cupertino la caja (AppleTV) y el “menú” (iTunes). Un acuerdo que en cierto modo tampoco sería totalmente pionero puesto que ya Netflix mantiene un acuerdo de similar naturaleza con Netflix. La cuestión es si a Apple le salen las cuentas de lo que tiene que pagar para acceder a los derechos de los contenidos audiovisuales a cambio del estrecho margen que Comcast cargará a sus clientes por el servicio.
Apple busca un acuerdo ventajoso por parte de Comcast para que, en primer lugar, en las conexiones por Internet tengan prioridad sus contenidos de manera que los usuarios no sufran pausas en la reproducción. Además Comcast debería mejorar sus infraestructuras para que estas fueran capaces de asumir un mayor ancho de banda que permitiera grandes transferencias de contenidos en alta definición.
Los usuarios accederían a través de la consola AppleTV mediante su identidad AppleID, la misma que se emplea para instalar aplicaciones en iPhones y iPads o para adquirir canciones y descargarlas en un iPod. Este no parece agradad demasiado a Comcast que perdería así parte del control sobre sus propios usuarios.
Entonces ¿por qué Comcast podría estar interesada en llegar a un acuerdo? Algunos analistas apuntan a que en los últimos tiempos están sufriendo un retroceso en clientes que cada vez tienen menos interés en dejarse el dinero en televisión de pago, pero aliarse con Apple y formar parte de su historial de éxito y de ofrecer al cliente contenidos de calidad, produciendo en él una fidelidad que en algunos casos llega al apostolado.
vINQulo
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