Apple decidió hace un año abandonar el proyecto de fabricar su propia tele

La competencia nunca parece haber asustado a Apple, aunque siempre parecen encontrar el camino para distinguirse del resto, pero donde es posible que no estén dispuestos a hacer concesiones como la de no ser los que más venden es en los márgenes de beneficios, y los televisores de alta gama no parecen un nicho de mercado que estuviera esperando con los brazos abiertos a recién llegados con un logo de una manzana mordida.

Uno de los mayores inversores tecnológicos, Carl Icahn, se ha dirigido hoy a Tim Cook mediante una carta abierta en la que expresa su deseo de que Apple desarrolle un automóvil y una televisión. Lo primero, como te hemos ido contando aquí en The Inquirer, quizá lleguemos a verlo en 2020 y es posible que antes podamos llegar a disponer de alguna confirmación al respecto. Lo segundo parece haber quedado completamente descartado.

Tras más de una década de investigación y desarrollo interno altamente confidencial, en Apple decidieron el pasado año cancelar sus planes para fabricar un aparato de televisión que hubiera marcado toda una nueva generación en estos aparatos. Se habría tratado de una pantalla con una resolución cuatro veces superior al estándar del momento y que además habría incluido cámaras y sensores diversos. Parecía bastante asumido que habría dos modelos de AppleTV, de 55 y 65 pulgadas… pero se tomó la decisión de cancelar el proyecto puesto que a pesar de sus avances tecnológicos y espectaculares prestaciones no se encontró un modo en el que este tipo de dispositivo pudiese suponer un impacto en el mercado tan relevante como ha sucedido con otros productos de la marca como el iPhone o el iPad en los últimos años.

También ha sido muy importante el factor precio, puesto que precisamente la tendencia es el descenso constante de los precios de los televisores al aparecer continuamente nuevos modelos mayores y con más prestaciones por lo que resultaría difícil competir con la política de precios habitual en Apple. La competencia sería, entonces, el segmento de gran lujo, televisores de muy alta gama donde los precios son más estables y la tasa de sustitución de “generaciones” de modelos es inferior, pero precisamente ese es un mercado muy limitado y Apple ya hace años que emprendió la tarea de (a pesar de sus altos precios) incrementar su cuota de mercado, algo reñido con dispositivos que costarían como el más potente de sus ordenadores.

Atras quedan tecnologías y soluciones que Apple habría probado como paneles de cristal transparente sobre los que aparecerían las imágenes proyectadas por láser, algo que se desechó por su alto consumo energético y la baja calidad de la imagen resultante.

El premio de consolación es que AppleTV, la consola doméstica de la marca, sí continúa recibiendo atención en Cupertino y se espera que próximamente aparezca una nueva generación, de un tamaño aún mejor que el actual y acompañada de un nuevo mando a distancia del que ya te hemos hablado que incluiría una superficie táctil para facilitar el control.

vINQulo

The Wall Street Journal