En su página web de servicio al cliente, la multinacional explica cómo captura las imágenes vitales , y explica “que los cambios temporales o permanentes en la piel, como algunos tatuajes, pueden tener un impacto en el sensor de frecuencia cardíaca” añadiendo que “la tinta, patrón y saturación de algunos tatuajes pueden bloquear la luz del sensor, haciendo que sea difícil obtener lecturas fiables”.
Sin embargo, este inconveniente no es exclusivo de Apple, otros han tenido ya los mismos problemas (el Charge HR de Fibbit) respecto a las personas que tienen tatuada la zona que corresponde al sensor, en este caso la muñeca, que a través de unas luces LED de color verde y sensores de fotodiodos, penetran en la piel para detectar los cambios capilares y vasos sanguíneos. La tinta oscura en los tatuajes absorbe la luz y los rayos infrarrojos, provocando los problemas que ahora Apple ha reconocido.
Quizás la buena noticia, es que este problema no afecta a todos los tatuajes por igual, dependería del tamaño y de lo oscuro que sea.
Así que si tenéis pensado comprar un Apple Watch y lucís algún tatuaje en vuestras muñecas, la mejor recomendación es acudir a una Apple Store y probar el reloj en la muñeca tatuada donde quieras ponértelo, comprobando de esta manera si os da problemas o no antes de realizar vuestra compra.
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