Apple trabaja a fondo en el desarrollo de un coche electrónico, un proyecto en el que están implicados unos 1.000 empleados.
Se trata del salto del gigante tecnológico al mercado del automóvil como parte de su apuesta por productos innovadores.
Sin embargo, A123 Systems, fabricante estadounidense de baterías para coches eléctricos, demandó a Apple en febrero alegando que el año pasado el gigante tecnológico comenzó agresivamente la caza furtiva de ingenieros de su compañía.
Los profesionales eran los encargados de dirigir algunos de los proyectos más importantes de la empresa, pero Apple ha negado las acusaciones.
Ahora, ambas partes han llegado a un acuerdo para resolver el caso y trabajan en los detalles finales, según recoge Reuters.
A123 Systems fue un fabricante pionero en la industria de baterías de iones de litio pero en 2012 se declaró en bancarrota sacando sus activos a la venta.
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