Appian: “En un futuro cercano, no habrá casi diferencia entre hablar con una computadora y hablar con un amigo”
Charlamos con Matt Calkins, fundador y CEO de Appian, que busca con Low Code dar el siguiente gran salto en la programación de aplicaciones para que sea lo más parecida al lenguaje humano.
Este titular lo daba Matt Calkins, fundador y CEO de Appian, durante la entrevista que realizamos al directivo en uno de sus pasos por Madrid, una ciudad que adora. Calkins hacía referencia a ‘hablar con una computadora’ dentro del contexto de la programación, que al fin y al cabo es la comunicación entre un humano y una máquina. El humano le dice lo que tiene que hacer, y ésta lo hace. El problema es que el desarrollo de aplicaciones siempre ha estado ligado a una serie de conocimientos avanzados desde que se inventó la programación con las tarjetas perforadas .
Casi seis décadas después de esta rudimentaria forma de programar, Appian tiene la llave para superar esa barrera y facilitar enormemente el desarrollo de aplicaciones relacionadas con los procesos de negocio a través de modelos Low-Code, diseñados para poder construir programas de forma muy visual y sencilla, pero también potente. A continuación, la conversación que tuvimos recientemente con Calkins para hablar de ello:
– Para comenzar, me gustaría que nos contara la historia detrás de la creación de Appian. ¿Cómo surgió la idea?
Generalmente, para crear una empresa son necesarios dos elementos principales: una idea y dinero para poder desarrollarla. En el caso de Appian no se cumplía ninguna de estas dos premisas. No tenía un plan de negocio y tampoco tenía financiación, sino que me enfoqué en buscar el talento necesario para poder desarrollar el plan de negocio, gente capaz de trabajar duro y crecer junto con la empresa. Pensé que si reunía al mejor equipo, de ahí podrían salir las mejores ideas. Así se desarrolló la primera parte de la historia.
A partir de ahí trabajamos muy duro para asegurarnos de proporcionar a los clientes lo que realmente necesitaban a través de desarrollos personalizados. De hecho, es algo que seguimos haciendo como parte de nuestros valores: ser buenos en el trabajo con nuestros clientes y tener el mejor capital humano posible.
Desde que nació la empresa en 1999 hasta la actualidad, hemos cambiado nuestro plan de negocio 3 veces, pero lo que no ha cambiado nunca han sido esos dos valores.
– La tecnología ha cambiado radicalmente durante los últimos 20 años…
Sí. Comencé esta aventura con tres amigos y después de estos 20 años seguimos siéndolo, lo que ha sido muy difícil, por cierto [risas]. Siguen en la compañía en distintas funciones ejecutivas, es algo fantástico. Durante todo este tiempo hemos modificado nuestra estrategia en base a la innovación y la adaptación a la tecnología existente, pero siempre con los dos valores comentados en mente.
– La Gestión de los Procesos de Negocio (BPM) forma parte de sus raíces, pero en la actualidad su principal modelo de negocio está basado en Low-Code. ¿Cuál es el estado actual de estos entornos?
Efectivamente, El Low-Code tiene sus raíces en la Gestión de los Procesos de Negocio porque comparten una cosa en común que, por cierto, ha sido siempre mi favorita: En BPM, puedes arrastrar y soltar una imagen y convertirla en un proceso o incluso en una aplicación. Un diagrama de flujo describe lo que puede hacer una aplicación. Esa representación lógica a través de imágenes fue para mí una idea maravillosa. Era una representación muy natural para los seres humanos a la hora comunicar cosas lógicas, procesos, comportamientos.
Cada compañía necesita definirse a través de su comportamiento, algo que se consigue a través del software. Esa definición es tremendamente importante, pero también tremendamente difícil porque cada organización tiene comportamientos particulares en función de su negocio. Los desarrolladores de software lo tienen muy complicado a la hora de proporcionarles aplicaciones que se adapten a sus procesos. Ese desarrollo tiene que concretarse por las personas que están trabajando en el día a día, que son, por otra parte, las que conocen perfectamente cada uno de los procesos.
Low-Code está ahí precisamente para permitir que cualquier persona, cualquier empresa, pueda definir el comportamiento y los procesos de una forma sencilla, a través de elementos gráficos y un lenguaje lo más natural posible. Con este modelo es posible acelerar la puesta en producción de las aplicaciones enormemente ya que no es necesario esperar a que sea un tercero el que las desarrolle, entre otras cosas.
– Y es ahí donde entra en juego Appian. ¿Cómo definiría a la compañía dentro del mercado de Low-Code?
Appian ha sido la primera compañía enfocada al 100% en Low-Code en salir a bolsa y una de las firmas de software más rentables en 2017. Hemos ido más allá del BPM para crear una plataforma capaz de proporcionar unas 50 herramientas integradas que reducen el tiempo de codificación de aplicaciones un 90% con respecto a los métodos tradicionales, además de proporcionar más funcionalidades.
En estos momentos seguimos inventando el Low-Code, hay mucho camino por recorrer. Low Code no es solamente velocidad de programación, para Appian también es potencia a la hora de programar nuevas aplicaciones y funcionalidades empresariales. Hemos cambiado el paradigma de la programación para que sea la plataforma la que se encargue de escribir el código y no las personas. De esta forma, las organizaciones no dependen de las particularidades que tiene cada desarrollador a la hora de construir aplicaciones (que puede implementar más o menos seguridad, más o menos eficiencia en el código, etc.) sino que se trata de líneas de código de procesos ya predefinidos en la plataforma en base a una experiencia y conocimientos previos.
Es el caso de los estándares de seguridad, la escalabilidad automática, la multiplataforma, la compatibilidad con cualquier nube… Si se utiliza el Low-Code correctamente, las empresas se dan cuenta de que el desarrollo en sí de sus aplicaciones llega a ser gratuito ya que solamente se requiere el 10% del tiempo para crearlas y no es necesario hacer uso de costosos equipos de desarrollo.
Creo que, actualmente, Appian es la única compañía que ofrece estas características a la hora de crear nuevas aplicaciones. Low-Code va a ser cada vez más popular.
– Desde el punto de vista técnico, la programación de aplicaciones es muy compleja: existen muchos casos de uso, necesidades muy distintas por parte de cada organización. ¿Cómo se puede solucionar esto con el Low-Code?
Efectivamente, el software personalizado tiene funcionalidades únicas. No solamente para adaptar las aplicaciones a cada compañía, sino también dentro de la misma organización a medida que pasa el tiempo, donde cambian las estrategias, las líneas de producto…
Para poder desarrollar aplicaciones personalizadas es necesario permitir nuevas instancias y modificaciones sencillas de lo que ya existe. Nosotros lo solucionamos con una plataforma muy flexible pero limitando todo lo posible la complejidad.
– Ante estos avances en materia de desarrollo de aplicaciones, ¿cómo ve el futuro de los lenguajes de programación tradicionales?
Desde los inicios de la programación con tarjetas perforadas, los seres humanos han tenido que adaptarse a los lenguajes que entendieran las computadoras, al lenguaje de máquina. Siempre hemos tenido que actuar como las máquinas para que éstas nos entendieran. Con el paso del tiempo hemos creado nuevos entornos para que la comunicación con las computadoras se pareciera más a la comunicación entre humanos, algo que ha permitido mejorar muchas cosas como la velocidad de programación, la reducción de bugs o la expansión de los desarrolladores.
Low-Code es el último gran avance ya que esa comunicación es la más cercana a la que tenemos los humanos entre nosotros. Por tanto, en un futuro cercano, programar una máquina será lo más parecido a decirle a un amigo lo que tiene que hacer una máquina. En otras palabras, no habrá casi ninguna diferencia entre hablar con una computadora y hablar con un amigo. Esa es nuestra intención.
– Appian está apostando por las metodologías Agile y DevOps, ¿hasta qué punto es así?
Para nosotros son áreas extremadamente importantes. Nuestra tecnología está facilitando específicamente la agilidad durante el ciclo de vida de las aplicaciones. La idea es conseguir una aplicación usable y seguir desarrollándola continuamente para que vuelva a ser utilizable con un mayor número de funcionalidades teniendo en cuenta el feedback de los que trabajan con ella. Es un bucle imprescindible en los tiempos que corren. Y Appian tiene en mente esa agilidad en el desarrollo desde el primer momento.
– Hace algunos meses Appian celebró su congreso anual Appian World 2019, donde se anunciaron novedades. Una de ellas fue Artificial Intelligence for Free. ¿En qué consiste esta iniciativa y qué significa para sus clientes?
Lo que hemos hecho básicamente es embeber Google Machine Learning en nuestro producto. Por lo tanto, cuando los clientes usan la inteligencia artificial de Appian están interactuando con estas capacidades que provee Google.
Decidimos empaquetar Google Machine Learning en la plataforma porque es uno de los mejores del mundo en esta área y, además, lo podemos añadir de forma gratuita para las empresas. Se trata de un avance importante ya que los clientes pueden hacer uso de estas capacidades reales de IA de forma muy sencilla sin que suponga una barrera. Es posible arrastrar y soltar el módulo de IA sobre el diagrama de flujo deseado y sacar partido de estos algoritmos desde el primer momento.
– Muchas empresas anuncian capacidades de IA en sus soluciones, pero en muchos casos no es Inteligencia Artificial real, sino una especie de sucedáneo que, además, es difícil de implementar. ¿Qué piensa de ello?
¡Eso está ocurriendo todo el tiempo! [risas]. Es bastante divertido ver cómo determinadas empresas anuncian IA a bombo y platillo, pero una vez que profundizas en esas capacidades, realmente no tienen nada que ver con lo que es la inteligencia artificial. El problema es que actualmente sigue habiendo mucho desconocimiento en este campo a pesar de ser tan popular. Es algo similar a lo que ha ocurrido hasta hace poco con determinados nuevos recursos dentro de los centros de datos de las organizaciones, a los que los fabricantes han llamado nube privada, pero que realmente son más de lo mismo si se comparan con lo que ya había hace varios años [más risas].
– Conoce bien tanto el mercado norteamericano como el europeo. ¿Qué diferencias hay entre ellos en términos de adopción de su tecnología?
Obviamente el mercado estadounidense está mucho más avanzado que el europeo, pero estamos viendo un importante desarrollo en determinados países como España, que es el de más rápido crecimiento del Viejo Continente.
En el último año he estado cuatro veces en España para reunirme con clientes, por lo que puedo decir que el mercado local está en un gran momento. Es por ello que decidimos abrir sucursal en Madrid y contar con grandes expertos en el negocio para liderar este crecimiento. Una vez más, contar con el mejor equipo de profesionales es vital para conseguir resultados y es lo que está ocurriendo en España.