Esta semana se ha celebrado de forma virtual una nueva edición del congreso Appian World, donde la compañía ha mostrado las últimas novedades de su plataforma de automatización low-code.
Es la primera ocasión en la que asegura haber integrado al 100% sus capacidades para reducir la complejidad en el diseño y construcción de aplicaciones gracias al low-code con las capacidades para automatizar los procesos tras la adquisición de la española Novayre, especializada en RPA. Y son muy buenas noticias para la relevancia de nuestro país en materia de innovación, tal y como nos explicaba el propio Matt Calkins, CEO de Appian, en una entrevista con este cronista. Es lo que él denomina hiper automatización.
Pero antes de eso, conviene poner en perspectiva lo que está consiguiendo el fabricante con su plataforma, cada vez más presente en ámbitos como la construcción de aplicaciones de negocio a través del low-code, la orquestación de los procesos de negocio, la toma de decisiones automatizada, la integración de algoritmos de inteligencia artificial y aprendizaje de máquina y la automatización de procesos repetitivos. Todas estas capacidades integradas en el mismo entorno hacen de Appian una potente herramienta para gestionar todo el ciclo de vida del desarrollo de las aplicaciones y procesos mientras se reduce la complejidad hasta límites insospechados gracias al low-code.
Durante el Appian World 2021, la compañía ha anunciado dos importantes implementaciones. La primera es la extensión del low-code a la integración de datos, probablemente uno de los procesos más laboriosos a la hora de nutrir a las aplicaciones de información. Todos conocemos la complejidad que existe en las bases de datos, tablas, índices… especialmente en aquellos procesos de envergadura. La integración de distintas fuentes de datos siempre ha sido muy manual y requiere la intervención de expertos capaces de entender ese maremágnum de registros y columnas para llevarlos a las aplicaciones de forma eficiente. Appian low-code Data facilita esa integración de forma sencilla sin necesidad de migrar los datos: las relaciones entre diversas fuentes de datos se pueden combinar, ampliar y modelar visualmente, lo que acelera notablemente la construcción de aplicaciones.
Durante la entrevista, Calkins definía así la nueva funcionalidad: “La información es la parte más difícil pero también la más necesaria a la hora de construir una aplicación. Hemos estado trabajando varios años para conseguir herramientas que arrastren y suelten los datos sin necesidad de escribir código para establecer las relaciones. Ya no es necesario ser un experto en datos para ello, algo que también incide en el rendimiento a la hora de construir aplicación entre un 5 y un 10%”.
Según el co-fundador y CEO de Appian, la plataforma es capaz de integrar múltiples fuentes de datos de forma independiente al lugar donde se encuentren almacenadas, pero además haciéndolo sin necesidad de migrar toda esa información, que en muchos casos ocupa Terabytes.
La segunda gran implementación anunciada durante el congreso también está relacionada con la información, pero en este caso se trata de la analógica, en papel. Appian IDP, el motor para el procesamiento de grandes volúmenes de datos no estructurados, incorpora ahora de forma nativa una herramienta para el reconocimiento óptico de caracteres (OCR), capaz de extraer la información de cualquier documento sin necesidad de utilizar aplicaciones o servicios de terceras empresas. En estos procesos se han añadido grandes dosis de inteligencia artificial para automatizar en la medida de lo posible unos trabajos que suelen ser tediosos y, en ocasiones ineficientes o inexactos.
Nuevamente, se eliminan los procesos manuales y se logra una mayor automatización para que las personas que anteriormente se dedicaban a esas tareas puedan realizar otras que aporten más valor a las organizaciones.
El software llegó a nuestras vidas en la década de los 40 del siglo pasado para automatizar tareas y conseguir resultados en menos tiempo del que necesitaba el ser humano. Durante todo este tiempo ha acelerado los procesos empresariales y ha ayudado enormemente a las personas en cualquier ámbito de la vida.
Sin embargo, la digitalización de los últimos años se ha acelerado exponencialmente y se necesitan cada vez más aplicaciones y servicios que puedan satisfacer o dar respuesta a las necesidades de las empresas, sus clientes y los usuarios finales. La puesta en producción del software se debe llevar a cabo en el menor tiempo posible y debe incluirse en un ciclo de vida continuo, sin interrupciones cuando aparecen nuevas versiones y con los mayores niveles de seguridad. Las empresas no se pueden permitir el lujo de esperar a que los desarrolladores creen o modifiquen los programas porque eso les puede llevar a la desaparición en un mundo tan competitivo como el actual.
En el contexto pandémico actual, donde se necesitan aplicaciones adaptadas a las particularidades de cada usuario y dispositivo, la agilidad es clave.
Si el software ha permitido automatizar las tareas cotidianas del ser humano, ahora es cada vez más necesario automatizar el propio desarrollo de software para acelerar su puesta en producción. Eso es exactamente lo que facilita la hiper automatización: agilizar la creación de aplicaciones y procesos de negocio, pero también aumentar el rendimiento de los trabajadores y usuarios finales.
Y el objetivo de Appian con su plataforma no es otro que aunar en el mismo entorno todas las capacidades de desarrollo low-code y automatización que faciliten la construcción de aplicaciones a las organizaciones. Se trata de un nuevo modelo de procesos que combina ambas tecnologías para conseguir la hiper automatización.
La filial española de Appian se encuentra entre las tres primeras del fabricante en crecimiento de ventas. Durante el congreso, también tuvimos la oportunidad de charlar con Miguel A. González, director general de Appian Iberia, que relataba cómo dos personas de su equipo comercial estaban también en los primeros puestos de ventas a nivel mundial. Es cierto que el mercado europeo es el que más está creciendo en el negocio global de Appian, pero no es habitual (por desgracia) que una filial española destaque tanto frente a potencias como Reino Unido, Alemania y Francia en el Viejo Continente.
Menos habitual es que en España se sitúe uno de los principales hubs de innovación y soporte técnico de una multinacional. Pero eso es lo que está ocurriendo con Appian tras la adquisición de la compañía especializada en RPA, Novayre, con sede en Sevilla.
Calkins, apasionado de nuestro país y de la capital andaluza, no dudaba en señalar que esta oficina se ha convertido en uno de los ejes del desarrollo de la plataforma Appian.
Allí siguen incorporando talento más allá del ámbito comercial, tanto a nivel de soporte técnico mundial como de ingeniería, lo que siempre es una buena noticia para para el mercado laboral español.
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