La app de mensajería Symphony levanta 200 millones de dólares
Symphony, que está valorada en más de 1.000 millones de dólares, quiere expandir su negocio ofreciendo su producto a la comunidad financiera.
No es muy habitual que una startup cuente con el apoyo de 14 de los mayores bancos de Wall Street. Pero Symphony, desarrolladora de la aplicación de mensajería segura del mismo nombre, es una máquina de recibir dinero. La empresa, con sede en Palo Alto, ha cerrado su tercera ronda de financiación con un capital recaudado de 200 millones de dólares.
Según informa TechCrunch, la valoración de Symphony supera ya los 1.000 millones de dólares. Con estos 200 millones, el capital total recaudado por la startup californiana asciende a los 366 millones de dólares.
El nuevo capital ha sido aportado por los actuales inversores, a los que se suma uno nuevo: el gobierno de Singapur a través de su brazo de inversión, que incluye Temasek y GIC. La nómina de inversores de la startup incluye a Google, Lakestar, Natixis, Societe Generale, UBS y Merus Capital, así como un consorcio de 14 bancos de inversión y comerciales, incluyendo Bank of America, BlackRock, Citibank, Deutsche Bank, Goldman Sachs, HSBC y JP Morgan.
David Gurle, el CEO y fundador de la compañía, afirmó que “no estamos buscando nuevos fondos”, de lo que se deduce que la operación surgió del interés creciente de los inversores en Symphony.
Symphony tiene planes para expandir su negocio actual ofreciendo su producto a la comunidad financiera. También quiere prepararse para apuntar a otros verticales, como la asistencia sanitaria.
Además de ser extremadamente versátil y poderse utilizar en un teléfono, la aplicación de Symphony es barata en comparación con los terminales de Bloomberg, los más usados por la comunidad financiera. Estos pueden costar alrededor de 25.000 dólares por terminal al año, mientras que el producto de pago de Symphony cuesta sólo 15 dólares al mes por usuario.
Otra clave de su producto es que ha sido desarrollado para que los usuarios puedan comunicarse con otras personas fuera de su empresa, pero de una forma que cumpla con las directrices de seguridad y regulación de la misma.