¿Aplicaciones? No, los hackers usan ahora tecnología NFC
La popularidad de la tecnología NFC (que viene ya preinstalada en muchos de los móviles que se han lanzado últimamente) ha encendido la bombilla a algún que otro hacker.
El NFC utiliza pequeñas etiquetas que contienen una pequeña antena que detecta una interacción entrante. Se necesita acercar mucho el teléfono para lograr con éxito el propósito marcado; por ejemplo, hacer un pago o acceder al metro sin necesidad de billete.
Un ataque en cuestión podría hacerse de una forma tan sencilla como acercando un terminal al bolsillo donde un usuario lleva el móvil. Sí, resulta algo irrisorio, pero es una opción más que posible.
Al margen de esta forma de hackear un teléfono usando tecnología NFC, Charlie Miller, experto en seguridad de Accuvant fue capaz de demostrar a la audiencia congregada en el evento de Black Hat en Las Vegas la vulnerabilidad de un Nokia N9. El terminal tiene una característica denominada “emparejamiento”, que permite la conexión a otros dispositivos a través de Bluetooth y NFC.
Si un hacker crea una etiqueta que se puede vincular a un teléfono, podrá tener acceso a la red Bluetooth y por tanto, al teléfono.
A partir de aquí, vía libre. Podrá acceder a todos los datos almacenados en el terminal, desde fotos hasta los contactos. Miller ha conseguido incluso enviar mensajes de texto desde el móvil hackeado a otros terminales, también hacer llamadas.