El 82% de la población adulta estadounidense tiene un número de teléfono móvil activo, y de entre ellos, el 43% tiene aplicaciones móviles. Estos son los datos que se extraen de un reciente estudio elaborado por The Pew Internet Project, que pone de manifiesto la rapidez con la que los consumidores se familiarizan con las aplicaciones móviles.
Entre el 43% de usuarios que tiene apps en su teléfono, un 24% las usa regularmente. En cambio, sólo un 13% reconoce pagar por ellas. La aproximación demográfica también es sorprendente: el perfil del usuario típico estadounidense es el de un hombre joven de un nivel cultural superior a la media.
Aún así el uso de aplicaciones sigue a la cola de actividades que los americanos realizan con su terminal. Y curiosamente, el uso más extendido del teléfono móvil en Estados Unidos, después del de la llamada, es el de hacer fotos (76%), por delante de enviar o recibir mensajes de texto (72%). Cuando se trata de acceder a internet, la cifra baja considerablemente hasta el 38%. Jugar, enviar mails o grabar vídeo no es una actividad regular para más del 34% de la población. El 29% de los usuarios se decide por hacer uso de las aplicaciones, que en tan sólo dos años de vida han conseguido alzarse como una de las principales preferencias de los americanos.
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