La aplicación de tecnologías de análisis de datos e inteligencia artificial (IA) ha revolucionado la forma en que se lleva a cabo la monitorización de sistemas, llevándola al siguiente nivel: la observabilidad. La observabilidad permite observar, medir y comprender el comportamiento interno y externo de un sistema en tiempo real, lo que ha cambiado la forma en que se entiende la monitorización en diversos aspectos.
Una de las señales más evidentes del impacto de la IA en la monitorización es su capacidad para solucionar problemas en tiempo real. Mientras que la monitorización tradicional recopila datos en tiempo real, generalmente requiere que un equipo de personas realice el análisis posterior para identificar anomalías o patrones. En cambio, la observabilidad, con la ayuda de la inteligencia artificial, realiza análisis en tiempo real y es capaz de ofrecer respuestas basadas en datos para solucionar problemas de manera inmediata.
Otra característica clave de la observabilidad es el uso de tecnologías predictivas. Mientras que la monitorización se limita al seguimiento y control de la infraestructura, la observabilidad recopila y analiza información valiosa para identificar de manera proactiva los problemas y proponer soluciones. Esto significa que la observabilidad puede prevenir problemas antes de que ocurran, proponiendo soluciones incluso antes de que se conviertan en problemas reales.
Además la observabilidad es fundamental en los nuevos modelos de negocio basados en la Nube. A medida que las organizaciones adoptan cargas de trabajo en contenedores y arquitecturas de microservicios dinámicos, las prácticas de monitorización tradicionales se vuelven insuficientes. Es en este contexto donde la observabilidad se vuelve indispensable, ya que permite comprender mejor las propiedades de una aplicación y su rendimiento, incluso cuando los componentes están distribuidos en diferentes máquinas o servicios. La observabilidad ofrece un enfoque integral de la monitorización, permitiendo ver toda la información desde un único punto de vista, lo cual es esencial en entornos de aplicaciones modernas en la nube.
Otro aspecto relevante es la integración de la observabilidad en los procesos de DevOps. La observabilidad puede ser incorporada en los procesos de desarrollo y operaciones de forma que los equipos tengan acceso a la misma información y trabajen juntos para solucionar problemas. Esta integración puede mejorar la eficiencia y reducir el tiempo de inactividad de los sistemas, lo que resulta en un mejor rendimiento y mayor satisfacción del usuario.
En este contexto, desde Entelgy, The BusinessTech Consultancy, uno de los líderes en el campo de la observabilidad, se explica que “la observabilidad ofrece una salida a la complejidad y libera a los equipos y sistemas de fallos que de otra manera no se podrían identificar”. La empresa ha identificado estas cuatro señales principales que muestran cómo la IA está cambiando la forma en que se entiende la monitorización y cómo la observabilidad se ha convertido en una herramienta clave en este proceso.
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