Apagón tecnológico en la Hora del Planeta
“Son gestos bonitos, pero no sí servirán para algo”, confía una de las asistentes al apagado de la sede de Telefónica, en la madrileña Gran Vía 28, al salir del acto simbólico.
Los números semejan darle en un primer momento la razón: según las estadísticas que Red Eléctrica Española cuelga en su web oficial, el consumo no ha caído de forma espectacular durante La Hora del Planeta. Un día gris, lluvioso y plomizo invitaba a quedarse en casa y a encender las luces, al menos en la capital.
Las cifras cantan: el consumo de megavoltios real a las 21 horas fue de 30.456, sólo unos 400 por debajo de la cifra prevista e incluso superior a los registros del sábado inmediatamente interior. El 21 de marzo REE tenía programados 29.800 megavoltios: el consumo real fue de 30.047 a las 21 horas.
“Cada tiempo tiene su cosa”, alerta aún así el director de identidad, reputación y medioambiente de Telefónica, Alberto Andreu, que ha charlado con Silicon News en la zona VIP del acto, momentos antes de que empezase el concierto acústico con el que la operadora quería ocupar los instantes previos a la entrada en el apagón ecológico. La eficiencia energética y los problemas medioambientales, concede, son uno de los grandes retos del momento.
“Llevamos un cierto tiempo promoviendo la cultura del consumo responsable”, explica, analizando porqué Telefónica se ha unido a la llamada de la organización ecologista WWF para apagar las luces del planeta. Una iniciativa que, como explicaba más tarde ante el público congregado en la Flagship store, quiere “lanzar un mensaje potente a lo largo del mundo”. “Si solamente el 10% de los trabajadores de la Unión Europea usasen el teletrabajo, habría un gran ahorro”, desglosó.
El apagón simbólico llegó en la tarde del sábado “a todos los rincones del planeta”, como apuntaba el segundo maestro de ceremonias del acto, el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo. “Queremos que se involucren las empresas como Telefónica”, concluye.
A Telefónica la han captado: como confesaba Andreu, la eficiencia energética es uno de los objetivos de la compañía. “Planteamos dos ideas, dentro y fuera de la empresa: Dentro promovemos el ahorro en eficiencia, con el objetivo de reducir el consumo en un 30% para 2015.”
De cara al mundo exterior, Alberto Andreu asegura que trabajan para convencer de cómo las teleco pueden “estar en el centro de las soluciones” para paliar el cambio climático, como minutos más tarde hará ante el público, en petit comite Andreu también habla de los ahorros que algunas de las herramientas teleco, como la videoconferencia, pueden tener en la carrera por salvar al planeta.
Crisis y gasto
“Estoy super orgulloso de estar aquí”. El cantante Rojas fue el último en subirse al escenario de la macrotienda de Telefónica y el encargado de entretener los últimos minutos e iniciar la cuenta atrás hacia la oscuridad. “Quiero pediros a todos que de alguna manera pongamos todos nuestro granito de arena”.
Las cifras de consumo invitan a ayudar en el reto que lanza el cantautor. Según confiesa Andreu, recordando los números de 2007 en los que la operadora se basa para establecer parámetros de ahorro, Telefónica ha pagado 580 millones de euros por consumo energético y ha tenido una huella de CO2 de 1,8 millones de toneladas. Si consiguen cumplir sus ratios de ahorro o no, lo demostrarán también los números. “Se ve en la factura eléctrica”, afirma.
Y es que la factura es uno de los principales medidores de eficiencia… y uno de los principales motivos por los que lanzarse al ahorro. “Los costes son muy grandes”, explica, lo que le lleva a desmentir cualquier resquemor que el consumidor pueda tener sobre las intenciones de las empresas al acercarse al consumo responsable. “Lo hacen de cara a la galería, porque precisamente esto está ahora de moda”, aseguraba la asistente desencantada. “Actos como éste lo demuestran: todo de cara a la galería, en el fondo no hacen más que traernos a su tienda”, abunda.
Alberto Andreu no está en absoluto de acuerdo. “No es una moda, es una necesidad”, reconoce. Las compañías tienen que ajustar sus presupuestos y el gasto energético no será menos que el resto de costes a los que deben hacer frente.
“- Entonces, ¿ayudará la crisis a aumentar la concienciación y los gestos a favor de una mayor eficiencia?
– Sin duda”, concede.
Mientras Rojas acababa la cuenta atrás y los empleados de Telefónica encendían las velas que iban a iluminar los minutos finales del concierto, no sólo se apagaban los principales monumentos de la ciudad. La teleco no fue la única TIC que se unió a la Hora del Planeta: la competencia, Vodafone y Orange, dejaron a oscuras sus sedes y sus principales letreros luminosos. La lista es amplia: Samsung, Canon o BT también apostaron por el planeta el sábado.
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