Angry Birds cumple tres años y Rovio quiere ser Disney
Angry Birds, el popular juego de la firma finlandesa Rovio, cumple hoy tres años de lanzar pájaros contra cerdos.
La conquista de otros mercados
Sería poco exacto decir que Angry Birds es solo un videojuego. Tres años después, Rovio ha sabido expandirse con el éxito de su juego y ser ya mucho más que una empresa de desarrollo de videojuegos. Angry Birds ya tiene merchandising, tiendas físicas, prepara su salto al cine y hasta la creación de parques temáticos centrados en Angry Birds.
Lo de los peluches de Angry Birds era un paso lógico, aunque Rovio tardó algo más de lo esperado en crearlos. Los primeros llegaron de compañías pirata en China, donde se lanzaron a la fabricación de merchandising de Angry Birds. En Rovio no lo vieron como un gran problema, sino como una gran oportunidad de negocio: una de sus primeras tiendas físicas con productos oficiales se abrió en China y el gigante asiático es uno de los mercados en los que Rovio crece más rápido.
Pero Rovio quiere ir mucho más allá de las simples tiendas de merchandising: su salto al mundo físico es mucho más ambicioso, queriendo convertir todas esas estructuras que los pájaros derriban en los juegos en algo real. ¡Parques de atracciones! Ya hay uno en Finlandia, hay en Reino Unido y se planea abrir los siguientes en China y en otros países.
Después está el inevitable salto al cine: hace un año Rovio confirmaba que estaban planeando realizar un largometraje con su juego, aunque también indicaron que lo mejor era tomárselo con calma. Para ir abriendo boca, ya están produciendo pequeños cortos que se distribuyen por Internet y también están preparando una serie de televisión.
Y hay más: juegos de mesa, cómics y hasta un refresco que ya tiene cuatro sabores. Los resultados financieros de Rovio, como es lógico, ya reflejan todo esto: en 2011, por ejemplo, la “pequeña” firma finlandesa obtuvo beneficios por 67,6 millones de dólares.