Analizamos Windows 7
Probamos a fondo el nuevo sistema operativo de Microsoft, ya disponible en tiendas para hacer olvidar a Windows Vista.
Redmond no quiere volver a sufrir los quebraderos de cabeza que le ha traido Windows Vista y se ha afanado en lanzar pronto un nuevo sistema operativo que haga olvidar al anterior y que corrija sus fallos. Con ese objetivo llega hoy al mercado Windows 7.
Lo hemos probado a conciencia para ver algunas mejoras -relativas, en algunos casos- en cuanto a rendimiento, características y seguridad. En términos generales la mejora es modesta.
Lo más destacado es su aspecto, con su interfaz Aero, que permite acceder a las aplicaciones y documentos con sólo unos clicks de manera sencilla.
En cuanto al proceso de instalación, se puede hacer actualizándolo desde una versión anterior de Windows o comenzando desde cero, opción preferible en la mayoría de los casos, ya que no existe actualización para quienes migren desde Vista 32 bits a Windows 7 de 64 bits, por ejemplo.
Hemos probado a instalar tanto el sistema de 32 bits como el de 64 bits de Windows 7 en dos equipos diferentes. Se puede afirmar que Windows 7 ha simplificado el proceso de instalación de Vista. En el escritorio, la instalación es más rápida en ambos casos.
Si que es cierto que en lo que se ha reducido Windows 7 también es en el control de seguridad. Caracteríasticas como la aplicación de listas blancas y el cifrado completo de los discos y unidades extraíbles no están incluidos en las ediciones Home Premium del nuevo sistema operativo.
En cuanto a rendimiento, las pruebas que ha realizado el laboratorio de eWEEK superan el rendimiento de Windows Vista.
Más información en eWEEK.