El nuevo directivo también reconoció que Intel dispone de más recursos monetarios, forzando aún más a AMD a refugiarse en sus líneas de negocio con mayor productividad.
Pero esto
también implica un ajuste de plantilla. El despido confirmado de un 10 por ciento de la plantilla mundial (unos 1.650 trabajadores), tendrá lugar durante el tercer trimestre.
Por líneas de producto, AMD pretende impulsar tanto los nuevos Opteron de cuatro núcleos como la plataforma Puma para portátiles, profundizar en la virtualización y lanzar nuevas gamas de soluciones durante 2008 y 2009.
Las novedades para el ámbito corporativo se concentran en ‘Shanghai’, la versión de Opteron construida mediante el proceso de 45 nanómetros, que se espera en volumen para finales de año.
En consumo, el próximo paso se centra en lo que AMD denomina Accelerated Computing, es decir, la combinación de la CPU y la GPU (Unidad de Proceso Gráfico) en la misma pieza de silicio. Las primeras unidades llegarán a ciertos clientes OEM en 2009.
El fabricante podría entrar también en nuevos escenarios, como los chips para portátiles de bajo consumo aprovechando sus diseños ‘Bobcat’ o ‘Geode’, que competirán con los Atom de Intel y Nano de Via pero no en el corto plazo.
Así y según los analistas,
AMD cederá el protagonismo a Intel en cuanto a benchmarks de procesador y records de rendimiento, centrándose en ofrecer funciones atractivas para los compradores de gama media, que acapara el mayor volumen de ventas.
A pesar de que Meyer traerá un soplo de aire fresco, no está claro si supondrá una gran transformación. Además, Ruiz permanecerá como presidente del Consejo, y parece que se encargará de racionalizar la producción de chips y quizá de segregar la electrónica de consumo.
Y es que a AMD ya no le sirve el discurso de superioridad tecnológica, aunque así sea; ahora más que nunca debe mostrar al mercado su capacidad de gestión financiera y atracción mediante el marketing. AMD, te esperamos.