La empresa ya había despedido a 1.600 empleados en mayo de este año, y a esas personas se le unen ahora otras 500 que revelan las dificultades que la empresa está teniendo para poder conseguir beneficios sobre todo con los grandes problemas económicos que está atravesando el mundo entero.
Intel ya tuvo que afrontar un buen número de despidos en 2006 y 2007, por lo que parece que ahora la situación aguanta (al menos por el momento), y lo que está claro es que ambas empresas entran ahora en una nueva batalla que tendrá repercusiones en sus beneficios: veremos cómo se comportan los nuevos Shanghai y Deneb de 45 nanos de AMD frente a los nuevos Core i7 Nehalem de Intel.
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