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Amazon.com quiere expandir su negocio dedicado a los libros y, animado por el creciente número de clientes que leen contenido directamente desde tabletas y e-readers, ya está negociando con varios editores el lanzamiento de una biblioteca digital al más puro estilo Spotify o Netflix.
Este servicio se integraría dentro de la estructura de Amazon Prime y permitiría alquilar libros abonando una cuota anual.
Actualmente los suscriptores pagan 79 dólares al año por acceso ilimitado a películas y programas de televisión.
Un trato razonable para sus clientes. Pero, según informa The Wall Street Journal, los ejecutivos editoriales no están muy entusiasmados con una idea que podría reducir el valor final de los libros y tensar relaciones con otros minoristas.
La solución que habría encontrado la compañía de Jeff Bezos sería excluir de su catálogo los títulos más recientes. Además, se pondría límite a la cantidad de libros que cada cliente puede leer al mes de forma gratuita.
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