Amazon se hará cargo de los desperfectos que puedan causar productos vendidos por terceros a través de su tienda online.
El gigante nortemericano ampliará la cobertura de su Garantía de la A a la Z para “proteger a los clientes en el improbable caso de que un producto defectuoso vendido a través de Amazon.com cause daños a la propiedad o lesiones personales, independientemente de quién lo venda”.
Esta ampliación de su garantía entra en vigor el próximo 1 de septiembre para reclamaciones de menos de 1000 dólares.
Amazon combinará sistemas de detección de fraude y la intervención de expertos independientes para analizar las reclamaciones.
La firma fundada por Jeff Bezos se reserva el derecho a intervenir en situaciones en las que se exijan cantidades más altas si el vendedor no contesta o rechaza la petición del cliente.
La idea es ahorrar tiempo y dinero, ya que esta iniciativa no tendrá costes para los vendedores. Amazon no exigirá el reembolso si la compañía implicada cumple con las políticas exigidas y cuenta con un seguro válido. Además, sus promotores esperan que los compradores ganen confianza en las operaciones a través de internet.
Para completar esta iniciativa, llega también la red Amazon Insurance Accelerator, que ofrece a los vendedores una lista de proveedores de seguros con tarifas competitivas.
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