Alphabet (Google) busca llevar Internet de banda ancha a países en vías de desarrollo mediante infrarrojos
Áreas remotas, de difícil acceso y donde la instalación de infraestructuras que permitan la conexión a Internet podrán beneficiarse de este desarrollo de Alphabet basado en paquetes de datos enviados sobre haces de luz infrarroja.
Aunque muchos piensen que vivimos en la era de la supermulticonectividad universal lo cierto es que se trata de una percepción errónea, propia de la concepción de burbuja del Primer Mundo. Y es que en la actualidad existen más de 3.000 millones habitantes del planeta que carecen de acceso a Internet. Se trata de los habitantes de áreas remotas y escasamente comunicadas. Territorios extensos donde no llegan tendidos de fibra óptica, entre otras circunstancias por lo costoso que sería desarrollar esa infraestructura.
Alphabet, matriz de Google entre otras empresas, acoge bajo su paraguas a X, una división especializada en ambiciosos proyectos tecnológicos. Una de sus iniciativas está encaminada a proveer de infraestructura de conexión de banda ancha a Internet a zonas rurales de India y África, utilizando para ello rayos de luz infrarroja. Esto permitiría abarcar largas distancias sin la necesidad de tendidos de cables.
En concreto se trata de la iniciativa Project Tara, anteriormente conocida como FSOC (siglas en inglés de Comunicaciones Óptica en Espacio Abierto, y será en Kenya donde lleve a cabo su primer despliegue capaz de llevar Internet a zonas donde no sería posible acceder de maneras convencionales.
Datos viajando sobre luz infrarroja
En esencia se trata de trasladar el mismo tipo de comunicaciones basadas en impulsos de luz con el que opera la fibra óptica pero prescindiendo del soporte físico y empleando en su lugar impulsos de luz en el espectro infrarrojo. De esta manera podría enviarse paquetes de datos en un fino haz del diámetro de un lápiz a otro terminal situado a una veintena de kilómetros de distancia. Se establecería una red de postes repetidores, similar a los tendidos de electricidad o telefonía, con la diferencia de prescindir del cable y aumentar la distancia entre postes a esos mencionados veinte kilómetros.
La única restricción es la necesidad de que los postes tengan una línea de visión sin obstáculos, para lo cual se ubican en posiciones elevadas, sobre edificios o árboles. El vuelo de un pájaro que se interponga en el pulso de luz infrarroja puede interrumpir el paquete de datos enviado, pero el sistema tiene previsto ese tipo de contingencias para reenviar los paquetes de dato no recibidos correctamente. Por cierto, esto pulsos de luz infrarroja no suponen peligro alguno para la salud de personas o animales.
Otros posibles obstáculos pueden ser las condiciones climatológicas como lluvia intensa, nubes de polvo, contaminación intensa… pero se trata de imponderables que han ido superándose a lo largo de los años de investigación en proyectos similares y antecedentes, como Project Loon, otro de los proyectos de X que, en este caso, buscaba valerse de globos aerostáticos para distribuir la señal de acceso a Internet.